Mami se va de Viaje y el tío de Albus también.

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Octubre estaba comenzando, Ron estaba esa tarde en su casa, sentado en el sofá tratando de poner atención en la película que estaba viendo. Hace tres semanas había conocido a Rose, la amiga de Albus y por alguna extraña razón que no comprendía, esa niña había despertado algo en él. Una ternura, un cariño y unas ganas de protegerla y de cuidarla, ¿pero porque? Se preguntaba el pelirrojo. Había ido varias veces al parque, a veces con Albus y James y otras sólo, esperando ver de nuevo a esa pequeña, sin embargo la niña no había vuelto a ir.

Recordó la plática que había tenido con Harry, después de llevar a Albus y a James a casa.

FLASHBACK

Ron se detuvo frente a la casa de los Potter, James bajo corriendo de la camioneta y entró en la casa. Lucy se bajo con Albus, quien se quejaba de su brazo. Ron los siguió, en la sala estaban Ginny y Harry con James, quien tenía varios rasguños en la cara que el niño le había hecho.

-... entonces el tío Ron le pegó en el ojo ¡y el señor se cayó! -estaba diciendo James cuando entraron.

-¡Mami, me duele el brazo! -gritó Albus corriendo hasta Ginny.

-¿Qué paso, Ronald? -preguntó Ginny firmemente mientras veía el codo raspado de su hijo menor, los rasguños en la cara de James y el labio hinchado de Ron.

-James dice que te pelaste con un tipo en el parque -dijo Harry, mientras Ginny traía un botiquín de emergencias.

-El tío Ron nos defendió -comentó Lucy mientras ayudaba a Ginny a curar a Albus y a James.

Ron les contó lo que había pasado con el hombre y el niño en el parque. Harry sonrió mientras Ron les contaba y Ginny le echo una mirada seria.

-Aún así no debiste de pelarte a golpes -regaño la pelirroja dándole un pedazo de algodón mojado con alcohol.

-Yo no quería, pero el tipo me comenzó a empujar -se defendió Ron, haciendo una leve mueca de dolor al poner el algodón sobre su labio.

-De todas formas, gracias por cuidarlos -sonrió Ginny poniendo una mano en el hombro de su hermano.

-No tienes nada que agradecer -contestó Ron. James había subido a su cuarto y Lucy y Albus se habían ido a la cocina, dejando solos a los adultos.

-Entonces, ¿la niña que conoció Albus estaba ahí? -preguntó Ginny.

-Sí -afirmó Ron -. Lucy tiene razón, parece una Weasley. Pero seguro no lo es, vi a su madre. Es rubia, pero tiene los ojos azules, igual que la niña.

-Y no somos los únicos pelirrojos -aportó Ginny yendo hacia la cocina.

-¿En qué piensas, Ron? -preguntó el ojiverde viendo a su amigo.

-En esa niña, Harry -contestó Ron con una sonrisa -. Cuando la vi, sentí una emoción tan grande que no te puedo explicar. Fue como cuando vi a Albus nacer, pero más grande.

-Tu instinto paterno, amigo -figuró Harry inclinándose hacia adelante.

-Eso pensé yo -Ron suspiró y cerró los ojos, viendo a esa niña en su mente.

-Ron, no te has puesto a pensar... que tal vez... ¿ya es hora de olvidar? -preguntó dudoso el azabache.

-¿A qué te refieres? -cuestionó el pelirrojo enderezándose en su asiento.

-Sabes a que me refiero -Harry lo miró directamente a los ojos. Ron se quedo callado, Harry pensó que comenzaría a gritarle, pero en vez de eso, el pelirrojo se echó para atrás y suspiró.

Un amor para siempre (Romione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora