Cuando Ron llegó a casa de sus padres, la sonrisa en el rostro no se le podía borrar. No podía expresar con felicidad las palabras que sentía en ese momento. Cuando entró la casa estaba silenciosa, se dirigió a la sala pero se detuvo al ver a una persona bajando las escaleras.
-¡Lucy! -gritó Ron viendo a su sobrina. Se acercó a ella, la cargó y comenzó a girar con ella riendo.
-¡Me estoy mareando! -exclamó la pequeña.
-¡Oh, lo siento! -se disculpó el pelirrojo bajándola.
-¡Vaya, tío Ron, se ve que estas muy feliz! -observó la pequeña acomodándose los lentes.
-¡Más que feliz! -Dijo Ron sonriente, miró a su sobrina fijamente -Me he enterado de algo muy importante... -pero no pudo terminar porque la señora Weasley acababa de salir de la sala al escuchar a su hijo.
-¡Hola mamá! -saludó Ron dando un sonoro beso a su madre. Los tres se encaminaron a la sala, donde Ron pudo ver que Fred, Harry, Ginny, su padre, Percy y, ahora, Audrey estaban ahí.
-¿Y bien? -preguntó Ginny mirando expectante a Ron.
-¿Y bien, que? -inquirió Ron.
-¿Cómo qué? ¡Tu hija, tonto! -dijo Fred rodando los ojos.
-No tengo palabras -habló Ron sonriente -. Es la niña más linda e inteligente que hay.
-¿Hija? -intervino Lucy mirando de su tío a sus padres.
-¿Puedes creerlo, Lucy? -Ron seguía sonriente - ¡Rose es mi hija!
-¿Rose? -repitió Lucy incrédula.
-¡Sí! -Confirmó Ron sonriente mirándola -Es una larga historia, que tal vez no comprendas. Pero lo importante es que Rose es mi hija. Tenias razón después de todo, Lu, Rose es una Weasley.
-¡Es genial! -Exclamó Lucy sonriendo - ¡Albus se pondrá muy contento!
Ron miró a Harry y a Ginny, quienes sonreían. No solo Ron sabía que tenía una hija, no solo los Weasley sabían que tenían una nueva nieta, sobrina, prima; si no que Albus tendría también a una amiga, alguien con quien jugar y con quien pasar aventuras...
-¿Dónde está? -preguntó Ron refiriéndose al pequeño.
-Se durmió hace rato -contestó Harry sonriendo.
-Bueno, ya le diremos mañana -se encogió de hombros Ron, luego miró a su padre -. Mañana solo trabajaré por la mañana, al medio día saldré. Iré por Rose al colegio y pasaré el día con ella -informó sonriendo.
-¡Qué bien! -Dijo la señora Weasley sonriente - así podrías traerla mañana y la conoceríamos al fin.
-No, mamá. Hasta el domingo -determinó el pelirrojo un poco apenado.
-¿Pero porque? -cuestionó la pelirroja mayor mirando a su hijo.
-Porque primero quiero pasar tiempo con ella -apuntó el pelirrojo.
-En eso tienes razón -apoyo Fred un poco distraído. Su mente la ocupaba una rubia de ojos azules.
-Bueno, pues hubieras pasado tiempo con ella si lo hubieras sabido antes -espetó Molly Weasley comenzando a enojarse.
-Lucy, sube a dormir -ordenó Audrey a su hija al intuir lo que se avecinaba.
-Buenas noches -dijo la niña a todos y obedientemente salió de la sala dejando a los adultos solos.
-Mamá... -comenzó Ron.
-No me digas nada, Ronald Weasley -advirtió la señora Weasley -. Si Hermione no nos hubiera ocultado a la niña, ahora estaría con nosotros.
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Un amor para siempre (Romione)
RomancePrólogo. La lluvia golpeaba contra la ventana, de vez en cuando se oía un trueno a la distancia. El cielo estaba nublado, era imposible ver las estrellas, tan solo se veían las nubes grises. Pasaban ya de las once de la noche y Hermione Granger se e...