XIV: Un pequeño sacrificio

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Cuatro días después

Hoy era el cumpleaños de Melanie, si hubiera sido por mi le hubiera hecho un pastel de tres pisos y veinte regalos, pero supongo que no sería considerado sabiendo lo que le pasó a sus padres, así que le hice un pequeño cupcake con una vela, un clásico.

—Melanie.

—¿Qué? —últimamente está más desanimada, pero en su caso quién no lo estaría.

—Estira tus manos —las estiró lentamente y sin ganas, tomé el cupcake y lo dejé rápido en sus manos— ¡ta-da! —lo miró por unos segundos y sonrió un poco.

—Gracias.

—No es nada, ¡Lex, el fuego! —la mencionada llegó corriendo a mi lado, de su dedo salió una pequeña llama y prendió la vela, sabía que podía hacerlo, pero aún no me acostumbro— me refería a que usarás el encendedor, pero esto es mucho mejor.

—Sóplala, y no pidas nada estúpido, que no podremos hacer- —le pegué un codazo.

—Si si, sopla —sopló y quite la vela, pidio que siempre fuéramos sus amigos, estaba a punto de lanzarme sonre ella para abrazarla, pero sería extraño, ya que la mayoría no sabe que puedo leer algunos pensamientos.

—Que bonito, Melanie, ten, te hice un regalo —exclamó Serena acercándose y dejando un gran paquete en las manos de la pelirroja con una sonrisa pura en su rostro.

—Espero no sea- ¡son libros de psicología!, muchas gracias.

—No es nada —respondió Serena algo avergonzada.

Estábamos afuera del instituto,  ya que era viernes y debíamos irnos, a todos los vinieron a buscar, menos a mí, a Viv y obvio, a Virginia.

—Bueno, ya tenemos que irnos —se despidieron los gemelos.

—¡Adiós!

—Bye.

—Nos vemos el lunes.

Al fin todos se fueron, y seguimos nosotras tres aquí, sentadas en las escaleras de la entrada.

Esta semana me gustó bastante, nos enseñaron a transformarnos en animales, aunque claro, solo puedes transformarte en uno, el de la forma de tu alma, fue bastante divertido.

Con Lisa nos llevamos muy bien, es una agradable persona, nos contó sobre sus raíces nativas y como su familia aún seguía algunas de las tradiciones de su clan, fue muy interesante.

Aunque por alguna razón hubo algo extraño en S.W.I, algunos profesores a lo largo de la semana parecían estar muy destraidos y preocupados por algo, además el martes fui a la sala de la profesora Claiborne y no estaba,  pero había una nota que tenía unas coordenadas, sabía que era sospechoso, pero olvidé tomarla.

—Y bien, ¿que vamos a hacer ahora?

—Nadie va a venir a buscarnos, así que no veo porque seguimos aquí esperando.

—Es cierto, pero creo que será mejor quedarnos un rato más.

—¿Cómo porqué?

—¿Recuerdas lo que dije sobre fingir tu muerte?

—¿Cómo podría olvidarlo?

—Bien, este es el momento.

—Si que estás mal.

—¿De que me perdí?

—Como Virginia escapó, probablemente su familia la busque, así que haremos una muerte falsa.

Rebecca: Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora