VII: ¿Amiga?

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—No lo sé, esto es demasiado misterioso, pero era obvio que no iba a ser yo, nadie sabía sobre mi.

—Es verdad.

—Em ¿de qué hablan?

—Ah, si, lo siento, lo que pasa es que mi madre me dijo que una amiga vendría aquí conmigo, pero yo no tenía conocidas aquí, y Viv no es porque nadie sabía que estudiaría acá, entonces no sabemos de quién está hablando.

—Que mal, ¿no te dijo cómo era ella?

—Si, dijo que era de piel clara, cabello pelirrojo, ojos verdes y era muy alegre, pero de primer año no hay nadie así.

—¿No te dijo su nombre?

—No, justo la llamada se cortó y luego trate de llamar otra vez pero no funcionó, también dijo que no la veía hace mucho tiempo.

—¡Eso es! —exclamó Melanie casi saltando de su asiento.

—¿Qué cosa?

—Tal vez ya no sea así, tal vez cambio su apariencia —que inteligente.

—Ahora que lo dices tiene sentido, pero, ¿cómo sabremos quién es?

—Bueno, solo hay veinte chicas en cada año, así que no será mucho, a ver, sin contar a ninguna de nosotras hay dieciséis, hay que investigar entre dieciséis niñas, no será tanto.

—Ojalá sea así, oigan, ¿que clase adicional van a tomar?

—Aún no lo sé.

—Yo voy a tomar cuidado de criaturas mágicas.

—Creo que yo voy a tomar adivinación, ¿tu que vas a elegir Viv?

—Runas y chakras.

—Que bien, Mel, creo que deberías escoger ahora, nadie sabe cuándo podrían hacernos escojer.

—Es verdad, creo que voy a tomar historia mágica de América.

—Suena bien.

—Este... puedo traer a un amigo aquí, o sea, ¿puede comer con nosotras?

—Claro —respondimos.

—Gracias, ya vuelvo —Serena se levantó de la mesa y se fue, tardo un poco, llegó con un chico moreno— el es Cameron, ellas son Rebecca, Vivianne y Melanie.

—Un gusto —dije sonriente, sin embargo no contestó.

—Lo siento, no habla mucho.

—No te preocupes.

—Mhm —Serena parecía algo incómoda con la situación.

—Toma asiento —mencioné para bajar la tensión— bien, entonces tu nombre es Cameron, me gusta ese nombre, cuéntanos de ti.

—No se que quieres saber, así que...

—Puedes decirme lo que quieras, mmm, por ejemplo, ¿tienes amigos aquí?

—No, solo a Serena, tampoco es como si me importara hacer amigos —miró hacía los lados despreocupado.

—Bien.

—Oye Cameron, ¿tienes novia? —Viv dijo eso y escupí todo el té que tenía en mi boca, era una pregunta demasiado extraña, hasta podría jurar que la hizo a propósito.

—¿Por qué preguntas cosas tan ridículas? —pregunté limpiándome la boca.

—Por que quiero, y mientras no le moleste no veo el problema —se encogió de hombros.

—Bueno.

—De hecho si tengo —ahora tragué con dificultad mi pastel, hablar de esto me incómoda.

Rebecca: Venganza Donde viven las historias. Descúbrelo ahora