—Ahora que Katherine se fue, prosigamos —Joseph por fin despertó del golpe que le había dado la mujer rubia.
—Ustedes no me van a hacer nada, no sean idiotas —a pesar de tener una sonrisa en su rostro mantenía un semblante molesto.
—Eso crees tú, pero bueno, no dilatemos más esto y mejor empecemos.
—Bien.
—Que lamentable, solo mírense, una enferma, un homosexual y una huérfana.
—Si crees que nos importa lo que digas o que pararemos porque hablas estás equivocado, así que has silencio.
—Nadie me hace callar, y mucho menos tú, sabía que tu madre era una inútil después de todo, no te tengo miedo, son solo unos niños egocéntricos.
—Mi autoestima no dice eso...
—Es cierto, quizás solo somos unos niños, pero creo que nos estás subestimando, podemos hacer más cosas de las que crees, tal vez no podamos hacerte sufrir como quisiéramos, pero eso no significa nada, además tú no eres quién para hablar.
—Cierra tu boca bastarda, si no te va a ir muy mal.
—¿Qué me vas a hacer?, tengo que recordarte que estas encadenado —lo miré con pena.
—Eso ni siquiera importa, cuándo maté a su mamá estaba borracho e igual lo logré —apuntó a Viv.
Ella sólo tomo un cuchillo y lo amenazó con el, podía sentir repulsión, cómo si no fuera suficiente el hecho de saber lo que hizo, lo repite todo el tiempo, y disfruta ver el dolor que eso provoca, cómo si fuera un ganador mostrando su trofeo.
—¡Cállate! —gritó ella desesperada.
—Si fuera tú le haría caso.
—¿Y que pasa si no me calló? —Viv enterró el cuchillo en su mano, aunque por más que le doliera no iba a perder su dignidad, así que solo apretó sus dientes sin emitir un sonido.
Seguimos torturandolo, pero se mantenía en silencio, aunque con una cinta en su boca era lo único que podía hacer, además de emitir pequeños quejidos.
Mi compañera tomó una pequeña navaja e hizo un delicado corte en el brazo de nuestra víctima, siempre quise verlo de está forma, la mayoría de las personas cree que es una persona intachable, aunque claramente no es así.
Todos los adultos siempre sé cuestionan porque a veces los niños no quieren a sus padres, pero nunca se preguntan que hicieron para provocar eso, él nunca fue, no es y nunca será mi padre.
Tengo un recuerdo que siempre me atormenta, un recuerdo que ni siquiera me pertenece, pero el hecho de que mi madre me tuviese es simplemente asqueroso, ¿por qué? se preguntarán, porque ese maldito abuso a mi madre y ella... no.
Simplemente no quiero pensar en eso, no me había dado cuenta de que estaba llorando, siempre lloro, pero no me gusta que las personas lo vean, de seguro pensarían que soy débil.
—Becca, ¿estas bien?
—Sí.
Para descargarme introducí un trozo de vidrio en su herida, lo presione tan fuerte que su sangre empezaba a correr desenfrenadamente por su brazo, seguido de eso Hunter puso un pequeño ratón en su cabeza, Joseph quería gritar.
—¿Acaso te dan miedo?, es irónico considerando que tú eres la peor rata que existe —dejé al pobre animal en el piso.
Llene un vaso con liquido transparente, no lo olí porque causa un poco de malestar, me acerque a él y destapé su boca, apreté su mandibula y lo obligué a que bebiera, inmediatamente comenzó a toser con dolor.
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Rebecca: Venganza
Fantasy[En proceso] Saga Psycho Witches Libro #1 Una jóven bruja con deseos de cobrar venganza por sus antepasados. Los famosos Juicios de Salem la dejaron sin compañía, y a pesar de que hayan pasado siglos, ella no olvidará aquel sufrimiento tan fácilment...