Capítulo 4

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Gael

-Yo no fui, fue Luca- es lo primero que digo.

-No es cierto, lo que diga no es cierto- se defiende él.

-¡Quién sea que haya sido, me las va a pagar caro!- espeta con rabia la chica que se encuentra en la ventana mientras frota su frente con su mano.

A pesar de las circunstancias me permito detallarla, sus ojos verdes lucen hermosos a pesar de la furia que denota en ellos, tiene el cabello castaño con algunos mechones rubios, su tez blanca, sus facciones finas con nariz perfilada y labios gruesos y rosados.

-Nos estamos arriesgando al venir aquí- informa mi amigo sacándome de mi embobamiento con la castaña.

-Es cierto- secundo a mi amigo

-Ahora si me das la razón- ironiza

-Pues claro porque ahora es verdad, fuiste tú el que lanzó la piedrecilla que la golpeó- señalo a la castaña

-Estoy seguro que fuiste tú, yo si tengo buena puntería- espeta y se desencadena una pequeña discusión.

-¡Ugh!¡Hombres tenían que ser!- se queja la castaña y ambos la miramos indignados por su comentario- ¡¿Me van a decir ya qué hacen en mi patio, en mi casa, golpeando mi ventana?!- reclama enfatizando el hecho de que invadimos su propiedad.

-¡Ah! Si, eso- murmuro un tanto avergonzado.

-¿Y bien? ¿Me van a decir ya que hacen aquí? Aparte de invadir propiedad privada, claro- indaga y mi amigo y yo intercambiamos miradas cómplices.

-Hay una fiesta en casa de uno de los integrantes del equipo de fútbol de la preparatoria ¿Vienes?- suelta mi amigo.

-¿Invadieron propiedad privada para raptarme y llevarme a una fiesta?

-Algo así- confieso- Si lo piensas bien no te estamos raptando, te estamos preguntando- afirmo con seguridad.

-¿Y tenían que venir a mi casa para eso?¿No han oído hablar de los mensajes de texto?¿O de los celulares siquiera?- pregunta ella bromeando.

-¡Oye!-exclama el rubio ofendido- No somos unos anticuados, eres tú la que no nos ha dado otra manera de comunicarnos contigo, o ¿Qué esperabas? ¿Qué te avisáramos por telepatía?

-Pues no, pero tampoco es buena manera invadir mi casa y golpearme con una piedra en la cabeza- espeta aún con rabia la castaña.

-¡Que ha sido un accidente!- defiendo- Pero, ¿Qué hay de la fiesta, vienes?

-No se me apetece la verdad, socializar no es lo mío- replica la castaña.

-Ay, vamos es nuestro último año, y es viernes por la noche, que harás si no vienes con nosotros, ¿sentarte a leer?- increpó con burla el rubio.

-¡¿Por qué tienes que burlarte de la lectura?!-exclamo molesto.

-¡Está bien! ¡Lo siento, lectómano!- se burla el rubio

-¡Chicos, basta!- nos interrumpe la castaña- ¡Vayan a discutir fuera de mi propiedad!- se queja

-¡Está bien! Ya nos vamos, ¿verdad Gael?- me pregunta el rubio.

-S-sí- titubeo mientras Luca me arrastra fuera del lugar y veo como la castaña se adentra a su habitación.

Para Luca no es un secreto que no me gustan las fiestas, pero su insistencia es demasiada que termino aceptando ir con él, pensé que sería buena idea invitar a Olivia, pues estaría mintiendo si digo que no me parece atractiva, porque lo es, es muy atractiva para mi mala suerte.

A pesar de que se negara a venir con nosotros seguiré buscando una manera de acercarme a ella, tiene algo diferente que me hace querer acercarme, o tal vez solo es porque me parece atractiva y mis hormonas adolescentes están reaccionando a su presencia.

De todos modos, no me puedo enamorar de ella, aún es muy poco el tiempo que nos conocemos, y no evadiré mi regla de no enamorarme, no salió bien la última vez que la evadí y no dejaré que vuelva a pasar.

Estaba tan absorto en mis pensamientos que no me he dado cuenta que ya hemos llegado a la fiesta. Luca se aleja de mí y va a buscar unos tragos para ambos, mientras yo busco algún lugar alejado del montón de gente. Todos los conocidos que tengo se deben a Luca, él por el contrario a mi es muy sociable, somos muy diferentes, polos opuestos diría yo, pero creo que por eso somos amigos.

Mi reloj da las 10 de la noche cuando decido irme a casa, han pasado tres horas desde que llegamos y todo ha sido tragos, y leves asentimientos a todo lo que dice Luca mientras habla con otras personas, me encamino a la puerta cuando me choco con una chica.

-¿Olivia?- pregunto. O estoy muy borracho y estos son los efectos del alcohol o realmente está aquí.

-Gael- dice- Los estaba buscando.

-¿Qué haces aquí? Pensé que no vendrías.

-Lo sé, pero me han convencido y tal vez no es mala idea que socialice un poco, en fin, es el último año y como dijo Luca tenemos que aprovechar al máximo- de pronto ya no tengo ganas de irme de la fiesta.

-Luca está por allá- señalo la esquina donde el rubio se encuentra- Vamos te llevo con él- ofrezco encaminándome hacia mi amigo

Llegamos junto al rubio y este la presenta a los conocidos con los que está hablando, no presto mucha atención a la conversación, pues la castaña a mi lado me distrae. Viste unos vaqueros rotos en las rodillas que se ajustan bien a sus curvas y un top blanco que deja a la vista su abdomen plano y una chaqueta de cuero negra.

-Te ves bien- las palabras salen de mi boca antes de controlarlas.

-Gracias- responde ella y me mantiene la mirada, el color de sus ojos me impresiona y soy el primero en apartar la mirada.

La fiesta continúa con la diferencia que ahora tengo una razón para quedarme, no sé cuántos tragos pasaron después, pero debieron ser muchos pues mi reloj marca las 2 de la madrugada cuando abandonamos la fiesta que parecía que seguiría de largo.

Camino a casa, Olivia enciende algo que dudo que sea un cigarro que sacó de no sé dónde, nos ofrece uno, pero el rubio y yo nos negamos, nuestro límite es el alcohol.

-Que aburridos- critica la castaña.

-Llámanos aburridos, pero no moriremos de problemas respiratorios- replico.

-Exacto- me da la razón el rubio mientras asiente con la cabeza- Además que no acabo de salir de un castigo de casi mes, para ser castigado de nuevo por una tontería- confiesa el rubio, y luego caminamos en silencio.

Al cabo de unos minutos estamos frente a la casa de Olivia y nos despedimos de ella y la veo adentrarse a su casa, mientras el rubio me acompaña a la mía.

-¿Te gusta?- la pregunta me toma desprevenido.

-¿Quién?- pregunto fingiendo ignorancia.

-Olivia- aclara lo que ya sé.

-Me parece bonita, es todo- aclaro.

-Ajá.

-Es verdad.

-Sigue repitiéndolo hasta que te lo creas.

-Nos vemos mañana- desvío la conversación.

-Está bien, nos vemos- dice comprendiendo mi desinterés por el tema de la castaña.

Me adentro a mi casa y veo a Luca alejarse, subo hacia mi habitación, me coloco el pijama y me recuesto sobre mi cama viendo el techo hasta que el sueño me vence.

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Holaa, creo que el capítulo de hoy me salió muy largo y me gustaría saber si les gustaría que continuara con capítulos largos o si prefieren que siga haciendo capítulos cortos.

Gracias queridos 3 lectores por darle una oportunidad a mi historia, quería pedirles que por favor me ayuden recomendando mi historia si les gusta y dejándome su voto, me ayudarían demasiado y de verdad gracias otra vez.

Nos leemos el próximo domingo, los quiero.

Un adiós no es un hasta prontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora