Capítulo 17

13 1 0
                                    

Olivia

Han sido unos días pesados, entre ir al hospital a distraer a Gael un poco y la escuela, se ha vuelto demasiado. Gael es muy cerrado. No quiere hablar con nadie. Siempre que vamos a ver alguna película con él se queda dormido a la mitad y por sus expresiones y las marcadas ojeras sé que sus sueños no son para nada placenteros. Sigo sin saber toda la historia, pero parece ser un tema muy delicado para todos, pues siempre que se toca el tema del "primer accidente" –que es como he decidido llamarlo ahora, ya que es lo único que sé del tema- intercambian miradas cómplices y cambian el rumbo de la conversación. Yo tampoco he preguntado al respecto, prefiero saberlo solo si Gael me lo quiere contar en algún punto. No voy a mentir, soy muy curiosa y me estoy muriendo de ganas de saber, pero estoy haciendo uso de toda mi paciencia.

Estoy por terminar un par de tareas que me he acumulado en estos días, malditas matemáticas, todo iba bien hasta que decidieron aumentarle letras, estoy segura que a la persona que se le ocurrió aquella idea no estaba en sus cinco sentidos.

Cuando por fin termino de revisar las respuestas de aquellos horribles ejercicios, llamo a Luca, para cumplir con nuestra rutina de estos días e ir donde Gael. Se nos ha ocurrido una idea fascinante, y así lograremos que Gael salga por fin de aquel hospital, al menos por un par de horas y que se divierta. Para ser honesta Luca tampoco tiene idea de lo que vamos a hacer, pero se ha ofrecido a ayudar de todos modos.

Tomo un abrigo de mi armario y salgo de la casa. Luca ya está frente al auto de Amelie, me lo ha prestado con la condición que seamos súper cuidadosos con él, y como Luca ya ha conseguido su licencia no ha sido un gran problema.

-Hey- saludo a Luca con un abrazo.

-Hola- responde con una sonrisa.

-¿Listo?- pregunto con diversión.

-La verdad no, porque no tengo idea de lo que vas a hacer. Pero hagámoslo de todos modos- Apoya entrando en asiento del conductor.

Me adentro en el auto y ambos nos colocamos los cinturones de seguridad. Luca me mira y cuando nota que estoy lista, arranca el auto y nos dirigimos hacia el hospital.

Llegamos luego de unos minutos y yo soy la primera en salir del vehículo. Voy lo más rápido a la habitación donde se encuentra Gael.

Qué no se note lo emocionada que estás.

Es verdad estoy muy emocionada, pero es que no puedo esperar a ver la reacción de Gael con la sorpresa que le he preparado. Hemos. Quiero decir hemos. Luca y yo.

Ajá.

Tal vez si estoy demasiado emocionada.

Demasiado.

Automáticamente empiezo a ralentizar mis pasos conforme me voy acercando al lugar.

Cuando me encuentro frente a la puerta doy golpecitos suaves con cautela y luego abro la puerta.

Doy un paso hacia el interior y observo a Gael sin camisa.

-¡Mierda!- maldigo y salgo de la habitación cerrando la puerta- Yo... Lo siento, no quería... digo, no quería entrar así- Tartamudeo hacia la puerta cerrada. Y escucho como él se ríe.

-¿No te enseñaron que debes escuchar que te permitan entrar para hacerlo?- ironiza- Un segundo después y me encontrabas desnudo- se sincera y yo trago grueso.

-Ya dije que lo siento.

-Puedes entrar ahora.

Abro la puerta lentamente y dudo en entrar. Gael se ríe y dice:

-Dije que ya podías entrar, ya me he vestido.

Me adentro en el lugar y Luca –que no se en que momento ha llegado- cierra la puerta detrás de mí.

Luca toma mi mano, Gael lo nota y enarca una ceja.

-Te tenemos una sorpresa- dice el rubio.

-¿Me van a decir que son pareja?- inquiere el pelinegro cruzándose de brazos.

Luca y yo intercambiamos miradas, confundidos y nos soltamos las manos rápidamente,

-¡Claro que no!- respondemos el rubio y yo al unísono.

Gael ríe.

-Qué lástima- replica con ironía- Ya hasta hablan al mismo tiempo como una pareja.

-¡Nada que ver!- contestamos en coro otra vez y Gael ríe ironía.

-¡Cállate Luca!- dirijo mi vista hacia él.

-¡Pero si no estoy diciendo nada!- se excusa paranoico.

No digo más, pero le doy una mirada significativa y el asiente como aceptando quedarse callado. Volteo hacia Gael con los ojos entrecerrados en forma de amenaza que parece divertido con la escena y cuando se percata de mi mirada, su semblante serio reluce de nuevo. Sonrío y continúo con lo planeado.

-Bien, hoy vamos a salir- informo.

-No quiero salir- contradice el pelinegro.

-Creo que no me entendiste- lo miro como diciéndole "no te pregunté si querías"- Vamos a salir ahora.

-Bien- farfulla enojado. Pero he logrado mi cometido así que nada arruinará este día.

Un adiós no es un hasta prontoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora