I N E L U D I B L E [Shadows #2]

4. La informante

Gracias al altísimo el pollo no se quemó, al contrario, está justo cerca de su punto exacto de cocción, tanto nos centramos en consolarnos que se nos olvidó hasta cómo oler.

Matt me colabora sirviendo la ensalada de papas con mayonesa y huevo cocido en pedazos sobre los platos que el mismo puso sobre la isla, yo sirvo tres medianas porciones de pollo en cada plato, la carne encima lleva un aderezo que el apuesto sujeto a mi lado acaba de vaciar. Saco un total de 18 rodajes de pan molde, esta vez las coloco apiñadas todas juntas en un plato más hondo, Matt llama a los chicos a cenar.

Ninguno responde, solo se escuchan sus pasos apresurados, claro, con un día como hoy ¿quién no va a tener hambre? No, si estos chicos merecen que les haga de comer hasta cinco veces al día por lo bien que se han portado conmigo, me han protegido a mí y a mi mejor amigo, me han demostrado que la amistad puede surgir de los rincones más extraños del planeta, han estado para mí cuando ni siquiera Junne lo estuvo.

Si de mantener sus estómagos se trata, aquí estoy yo.

–Beth, no antojes –me dice Rex al entrar a la cocina.

−¡Oye! –responde al brinco Matt.

−Tranquiiilo vaquero, no se lo decía a Beth, es que ¡solo mira ese bufete! No amigo, discúlpame, pero yo viendo esa comida me tiré y sin paracaídas.

−Ah bueno, más te vale.

−Relájate, aquí todos sabemos que tú y Beth se aman y vivirán felices para siempre como en los cuentos cursis de niñas.

−Esos cuentos los tomo y les escupo, solo les enseñan a las niñas a ilusionarse con una realidad que no van a tener en la vida, porque en los filmes lo pintan todo con color de rosas, no te enseñan el lado opaco de la vida, los problemas que enfrentan los que en verdad se aman, por eso las niñas crecen con la elevada expectativa de encontrar un príncipe que lo de todo por ellas. Las pobres al ver que nada era como en la televisión, incluso sienten miedo de volver a amar.

−Vaya, vine buscando comida y terminé encontrando plomo −dice Rex rascando su nuca por pena.

−No, calma Rex, no lo decía por ti, sino porque me causa rabia ver a una chica "rota" por un idiota. Las mujeres son monumentos de carne y hueso que nos han sido dados y debemos valorar como la mina de oro que son.

−Cuídalo Beth, no con cualquiera se pone poético.

−Con mucho gusto lo hago.

−Bueno, disfruten de la cena, solo no olviden tomar fresco, que por cierto no tengo idea de quien lo sirvió, pero le agradezco.

−Fui yo −Dax levanta la mano gozoso y con la boca llena de sabrá Dios que tanta comida.

−He ahí por qué le digo que no olviden tomar refresco después de algún bocado, se pueden asfixiar de tanta comida, ténganles piedad a sus bocas.

Los demás chicos estallan a carcajadas al verse todos entre sí ya que están en la misma situación −. Parecemos ardillas guardando nueces para el invierno jijiji.

La peculiar risa de Hellier casi hace que escupa el refresco, en serio, podrán ser habilidosos, guapos y de todo, pero juntos son todo un caso.

−Ya no hay seriedad −Hellier se ríe aún más.

−Con cinco chicos apuestos riéndose en una sola casa, nunca habrá seriedad o a menos que se trate del asunto de Blackstore o el orfanato Becker.

−¡Yo también estoy aquí! −Dax vocifera ofendido por no haber sido incluído.

−Tranquilo, lo hace a propósito para fastidiarte, ya sabes como es.

Rayos, nos hemos reído tanto de estupideces que no recordé despertar al niño.

−¿Y el niño? –pregunto al azar, el pobre chiquillo será alimentado de la mejor manera aquí en vista que los repugnantes científicos que lo estudiaban, ni siquiera se dignaron en alimentarlo bien. , esta gente me indigna, no es justo, la criatura les beneficiaba, al menos hubieran tenido la maldita decencia de alimentarlo.

Bien que pudieron dar de comer al moreno, porque dinero les sobra.

Asher toma un breve sorbo al refresco de limón para facilitarse responder −. La ternurita está con Armida, despertó hace poco, de hecho, poco antes de que nos llamaras a cenar y aprovecharas el momento para estar con Matt a solas.

−Uuuuyuyuuuuy −canturrean los chicos en coro, sin dejar atrás el tono satírico característico de ellos.

−Vaya, lo que faltaba ¿ya no puedo ponerme a cocinar mientras Matt esté dormido en sala? −. Miento descaradamente, soy consciente de que Matt y yo tuvimos un momento hace no mucho.

−Dice la verdad −. Asegura Matt señalándome, miente, todo evitar el hecho de que quedemos como unos verdaderos cursis ante todos, o, mejor dicho, antes de que piensen que hicimos cosas +18 durante su ausencia.

−Vamos a hacer como que les creemos ¿okay babies? Haremos un gran esfuerzo para hacer como que les creemos ¿verdad chicos? −Dax mira a los chicos y les hace un guiño.

−Oh, si si, claro −responden los demás cómplices en coro.

−Mejor termínense la comida, ya ven, tienen alguien que les cocina con todo el cariño del mundo, sin siquiera molestarme por los gastos monetarios, todo por mero gusto y agradecimiento.

−¿Nos estás echando en cara la comida que nos preparas, después de que te hemos protegido? −Herodo se ofende.

−No, como dije, yo lo hago con gusto. Solo lo dije para que dejaran de fastidiar y comieran tranquilos.

−Por poco pensé que me echaste en cara lo que nos preparas, las cosas estuvieron a ponerse feas.

−Si siguen molestándome, se pondrán aún más feas −. Arqueo mi cela derecha y de esa manera adquiero una mirada retadora.

−Mejor deja de molestar a mi generala, ya vez que ella manda aquí −Asher le hace un guiño a Herodo, cree que no lo vi.

−Tienes razón −lo apunta y regresa su mirada al tentador platillo.

−Haré como que no vi un guiño entre ustedes dos.

−Chicos −dice Matt−, Jaden me ha dicho algo hace poco, habló con su mamá.

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Lo quise hacer más largo, pero el tiempo no me bastó.

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