I N E L U D I B L E [Shadows #2]

5. Urgente

−¿Cómo que te acaba de decir algo? Si ni siquiera lo tenemos acá presente −dice Dax mientras sus cejas descienden.

−Acuérdate de que podemos hablar por telepatía, Dax.

No culpo a Dax, en realidad resulta milagro el poder acordarnos de las habilidades de los chicos después de todo lo que no está atormentando.

−Con tantas babosadas que he visto en menos de dos meses, a antes no me quedado loco.

−¿Que ya no estabas loco? −dice Rex con la intención de fastidiar a Dax.

El rostro de Dax se torna rojizo, las comisuras de sus labios descienden y sus cejas se juntan. Le antecedo a hablar antes de que abra la bocota y expulse todo tipo de insensateces −: Ya ya ya, aquí nadie va a mal matar a nadie, y tú Rex ya deja de joder a Dax cada cinco minutos.

−¿Cada diez puedo molestarlo?

−¡Maldita sea Rex! −vociferamos los seis al unísono.

−Mejor dinos que te dijo Jaden, Matt −le digo dejando atrás las estupideces por las que peleamos.

−Por tu culpa casi se me olvida Rex −Rex estuvo a punto de replicar, sin embargo Matt lo interrumpe al momento−, como les decía, Jaden me dijo que estuvo hablando por telepatía con su madre, según me dio a entender cambiaron de establecimiento a su mamá. No hace mucho, según dijo un poco antes de la masacre que hubo en Blackstore, de la cual nuestra querida amiga es la autora.

−No me arrepiento de haberle bajado la existencia a esa bola de deshumanizados.

Se muda a mi mente el recuerdo de cuando entré a la sala donde una científica estaba estudiando al niño moreno, que, gracias al cielo, está a salvo con nosotros.

−Vaya vaya, ¿quién lo diría? La civilizada Beth Havranek acabó con una parte de Blackstore.

Le brindo una mirada cómplice a Matt, capaz de delatar a cualquiera −. Ni se diga de ti, sombras, carita y lecho de inocencia que te cargabas al comienzo, y ahora, ni hablar...

−Ya llegué hijos de sus hermosísimas madrecitas −grita la que parecer ser la voz de Jaden de manera jantaciosa.

−Únete a la reunión social Jaden −Rex lo invita a pasar a la cocina, menos mal que preparé comida suficiente.

−Yo le sirvo. −Herodo se endereza directo a la estufa para servirle la comida a Jaden, me leyó la mente, no tengo pruebas, pero tampoco dudas.

−Ya llegó por quien lloraban −Jaden hace su entrada triunfal a la cocina, seguido toma asiento de uno de los banquitos que sobran.

Herodo, como el servicial amigo que es, le coloca el platillo en su puesto. Jaden le agradece, se saludan con el popular choque de puños y no piensa no cinco segundos para empezar a devorar el manjar.

−Dinos Jaden ¿sabes en qué establecimiento de Blackstore trabaja tu madre ahora? −inquiere de manera precipitada mi mejor amigo.

−Dax, déjalo, que respire, o al menos que termine de comer −me inclino un poco y extiendo el brazo para regalarle un buen y merecido pellizco, por razones lógicas este se queja dramáticamente.

−A ver amigaza, ni le reclames, mejor es decirles ahora que después. Según, la otra sede de Blackstore se encuentra en el bosque, el mismo bosque al que Hellier y Herodo entraron al escapar, solo que como en toda película de misterio, tenemos un grave problema.

Chasqueo mi lengua contra mis dientes, esto se iba a poner aún peor, ya lo veía venir, pero nunca imaginé que ese "¿qué más puede pasar?" cobrara vida propia en tan poco.

Mi mano se desliza por cada parte de mi rostro, en señal de cansancio, volteo a ver nuevamente Jaden, a la espera de que su boca salga lo peor:

−Habla Jaden,

−Como mis queridos pedazos de miseria acumulada, o sea los científicos de Blackstore excepto mi madre, ella es buena, se dieron cuenta de la tremenda jugada que les dedicaron mis amigazos que, por cierto, son mis ídolos desde ya, decidieron hacer invisible la sede de manera permanente.

Claro, al destino no le basta con admitir el riesgo en mi vida, la de Dax y las sombras, sino que el muy desgraciado ha decidido darme puñetazos con todo sin piedad alguna de por medio. Okay, se las jugamos legendariamente, pero esto es como un golpe bajo para mí y los demás niños.

¿Qué más da? Toca aguantar.

−Al menos ya sabemos que la sede que reta está en el bosque.

−Ojalá solo fuera esa mi querida Beth, son tres en total.

−Válgame Dios −miro al cielo y alzo ambas manos, demuestro mi desesperación sin vergüenza alguna.

−Tranquila, mira que mi mamá me prometió hacer todo lo que esté en sus manos para entregarme un pase con el cual alguien pueda pasar.

−Y solo uno de nosotros podrá pasar. −añade Rex mirando hacia otro lado.

−Yo entraré. −Enuncia Matt.

−Es fijo Matt, eres como el pilar de todos nosotros.

Jaden asiente al comentario de Rex, es cierto, Matt supera a todos los presentes en esta mesa si de poder se trata, yo misma lo sentí, se los aseguro, es una sensación tan poderosa ilimitadamente que no hay manera de desechar ese recuerdo.

−Perfecto, entonces cuando mi mamá me entregue el gafete, se lo entregaré personalmente al "Sr. Misterio".

Transcurre media hora para darle fin a nuestros platillos, Asher se ofrece para lavar la pila de trastes ahora yaciente en le lavamanos, me ofrezco a ayudarle con las ollas, este no es trabajo de una sola persona, para nada, sería un suicido seguro.

Mientras fregamos los trastes, él me susurra −: ¿Cómo es que Matt comenzó a hablar bien hasta que te conoció?

−Creo que sería mejor que escucharas una explicación de su boca, si te soy sincera, me entristece demasiado el hablar del pasado de Matt, y él tiene que superarlo, una buena forma de hacerlo es que acepte los hechos, los cuente a sus cercanos y habrá un momento en el que ya no le dolerá tanto daño. Yo quiero ser parte de su proceso de recuperación.

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Recuerden que hoy hay triple actualización, hoy ya comencé clases, ya acabo de salir de la clase de Modelos Literarios Novela, y me va a servir de mucho para esto, por eso me quiero centrar más en ella que en wattpad.

¡A leer el otro cap!

Varios besos jsjajsjs ;)