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Ese día las clases fueron intensas y casi no hubo descansos. Cuando la jornada terminó, Taehyung caminó hasta el grupo segundo A para buscar a Hyuna. Sentía por la pecosa un aprecio muy especial.

Subió corriendo las escaleras y al llegar al pasillo la vio. Estaba sola, recargada frente a la puerta, esperando a alguien. Lo miró, y sonrió con alegría.

—¡Hey! ¡Qué gusto verte! —se acerca resplandeciente—. Jung me dijo que hablaste con él, pero se rehúsa a contarme nada, tal parece —hizo un gesto exagerado y alzó el brazo—, que has hecho todo un tour de forcé. Lo has dejado perfectamente knock-out.

—Oh, ¿De veras?

—¡De veras! Conozco a Hope y sé cuándo empieza a tambalearse —imitó a un borracho a punto de caer por el barandal.

—Entiendo —no entendía nada.

Percibió una sigilosa presencia a su lado izquierdo. La confidencia había terminado antes de comenzar. Hope había llegado hasta ellos con gesto mecánico, como si hubiese sabido de antemano que Taehyung iba a estar con su amiga. Casi de inmediato se les unió un joven delgado, junto al que Hyuna se sentó en el festival.

—Te presento a Soobin.

—Mucho gusto, Soobin —lo saludó por compromiso.

Comenzaron a caminar y a discutir otros asuntos. Taehyung oyó departir y, sin embargo, no los escuchó.

Bajaron las escaleras.

—El nuevo profesor de matemáticas es demasiado exigente —opinó Soobin.

—Sí. Todo lo contrario del joven "barco" que te pasaba con diez a cambio de una sonrisa coqueta —remató Hyuna.

Rieron. Hyuna se veía feliz y Hope un poco abstraído.

—Ya no se trata del mismo novato figurín y ahora hay que estudiar duro. Creo que iré a comprar el libro que nos encargó.

—Algebra de Baldor —supuso Hyuna con locución gangosa.

—Exacto. No voy a arriesgarme a reprobar. Iré esta tarde a la librería de Plaza Satélite.

—Que bueno —dijo Hyuna—, me solucionas el problema; si te doy el dinero, ¿podrías comprar una más para mí?

—Espera, eso sí que no. Tú me acompañarás a la librería o ¿quién lo hará?

—Yo no puedo esta tarde. Tal vez, Soobin.

—No. A mí no me dejarían ir solo. Hay que tomar autobús.

Los cuatro jóvenes salieron de la escuela y Taehyung empezó a interesarse en la charla. Hope hablaba con mucha seriedad. Dijo que sus padres no estarían y que él necesitaba ir por el libro. Tampoco deseaba subirse a un camión de transporte solo.

Se hizo silencio. Hyuna le dio a Taehyung un leve codazo. El, confundido y nervioso, repasó con la mente en su lista de pendientes para esta tarde. Sumó cero. Sin embargo, tenía ese libro y su hermana Minja no le usaría hasta después de un año. Podía prestárselo a Hope, pero ¿cómo ganaba más? ¿prestandolo o no prestándoselo?

—Yo —dijo al fin—, podría acompañarte a comprarlo— fingió animarse—. Podríamos ir a la plaza juntos. También necesito un libro y tenía planeado ir por él esta semana.

Sus palabras se  hicieron en el aire. Nadie habló. Él tragó saliva.

—¿Qué dices? —insistió—, podemos vernos aquí en la escuela, ir a la Plaza Satélite y comprar también un delicioso helado de chocolate.

Al chico se le subió un poco el color.

—Este... tal vez no vaya —respondió—, tal vez no esta tarde. —pero la instancia con la que antes anunció su necesidad de ir estaba presente, además, los demás acompañantes querían ayudar a que aceptara la invitación.

—Vamos, Jung —dijo Hyuna dándole un golpecito—, anímate. Yo en tu lugar iría —arqueó las cejas—,  te lo aseguro; siempre que fuera con este acompañante. ¿Verdad que también tú lo harías, Soobin?

Hyuna tenía a todo el grupo acorralado. Soobin se despejó la garganta.

—¿Lo ves? —siguió Hyuna—, Soobin iría encantado, y tú también, ¿eh, Hope Jung?

—Pues... —se interrumpió; Taehyung adivina lo que el chico estaba apunto de hacer. Era predecible: una excusa más y librarse del compromiso. Se lo esperaba y casi lo deseaba cobardemente.
—Pues claro que sí —contesto al fin—, no me vendría mal un helado de chocolate si tengo que ir por el libro.
 
Hyuna irrumpió en aplausos y Soobin lo imitó riendo y mostrando sus brackets.

—¿Te parece si nos encontramos aquí a las cuatro y media?

—Sí —asintió él—, pero qué tal si mejor nos vemos en la parada de autobuses, en la esquina.

—De acuerdo.

Le extendió la mano para despedirse, y después miró a Hyuna.

(Eres increíble, ¡Adorable!)

—¡A las cuatro y media, no lo olvides! —gritó la pecosa como si él fuera capaz de olvidar una cita como ésa.


















El teaser de Butter me trae en el piso :3

LOS OJOS DE MI PRÍNCIPE•[VHOPE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora