Día 2

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                                                                                                                                                     Louis miraba sus pies mientras caminaba por el pasillo, no quería ver las caras que los chicos le hacían, los movimientos que las chicas hacían para burlarse. No quería sentirse mal tan temprano.

Llegó a su aula, procuro sentarse lejos de Diane y Ander, pero no procuro que ellos se sentarian cerca de él nuevamente.

Pensó poder con ellos por las siguientes dos horas, luego iría a casa, lloraría y tendría un ataque, el médico Styles lo ayudaría.

Una hora y media había pasado, Ander hablaba de lo estúpido que Louis se veía con aquellos lentes, por lo que Louis se los saco, realmente el menor necesitaba de sus lentes pues sus ojos y cabeza dolían cuando su vista se forzaba de más, y como había cambiado de lugar a uno más atrás para librarse de ellos, debió usarlos.

-eres un marica- murmuró Ander en su oído, Louis comenzó a llorar y la profesora lo miro.

-¿Que te pasa?-pregunta la mujer con queja.

-lo de siempre profesora, es un llorón marica que no puede ni con una bromita- se burla Diane. La mujer niega con la cabeza y se acerca a Louis.

-¿Te duele la cabeza?-pregunta cuando lo ve con ojos brillosos y manos sosteniendo su cabeza. Louis asiente sin mirarla- puedes ir a enfermería.

Louis se puso de pie al instante y tomó su mochila para no tener que regresar al recibir su permiso en papel amarillo.

Se sentía triste, pero aún así estaba feliz porque se iría, cada vez era más fácil irse.

Tocó dos veces la puerta del lugar y puso su peor cara cuando está se abrió, pero no era el señor Styles, era Harry, quien tenía la bata de su padre.

-¡Louis Tomlinson!- dijo Harry con asombro- de nuevo aquí ¿Ahora que ocurre?.

-mi cabeza duele, parece que ayer no me deje de sentir mal en casa.

Harry asintió y se hizo a un lado para que el menor pudiese entrar.

-creo que tenemos pastillas para el dolor de cabeza, puedo darte dos de esas ,dejarte descansar un rato aquí después de que comas un poco, y estarás como nuevo para tus cuatro últimas clases -le dice Harry, Louis niega espantado. Él solo quería su permiso, quería irse.

-no, yo creo que lo mejor es que me vaya a casa. Tengo migrañas muy fuertes- dice titubeando.

-veras que estarás bien- le dice Harry bastante seguro, pero Louis no quería quedarse, quería ir a casa.

El más alto buscaba las pastillas en un gabinete, eran dos pastillas circulares, no muy pequeñas. Tras eso sacó de su mini nevera una pequeña botella de agua y unas galletas de avena. Louis lo miraba extrañado.

-anda, toma las pastillas y come las galletas, puedes hacerlo aquí y descansar sobre la camilla. Te sentirás mejor -Louis solo miraba a Harry, estaba asustado, preocupado y con ganas de llorar. No quería pastillas.

-gracias-responde Louis con la voz entrecortada, dándose por vencido y sentándose sobre la camilla para hacer lo indicado.

Harry lo veía en cada momento, había leído el historial médico de Louis, no era normal que visitará tanto la enfermería, iba cada día sin falta desde finales de segundo año. Su historial médico no decía nada sobre migrañas.

-Louis ¿Has ido con un médico de hospital?-pregunta Harry y Louis deja de masticar la galleta para mirarlo- es que con la historia que tienes en esta enfermería me dice que deberías visitar un hospital. Ya sabes.

permiso para ir a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora