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-No tienes... olor-
La chica dejo caer un pequeño frasco por el susto. Al darse la vuelta, pudo ver a la persona con el aspecto mas tierno (Después de Yui).
-¿Eres Azusa?-
-¿Sabes... mi nombre?- Ladeo su cabeza.
-Yuma me hablo sobre ti- Le sonrió- ¿Te cortas?- Señalo al brazo del chico, donde las vendas no estaban bien puestas.
Al ver que el chico no se novia, ella extendió su mano en señal para que Azusa se acercara, era como tratar a un niño pequeño, parecido a como se comportaba Kanato, pero menos volátil, obsesivo, bipolar, y agresivo, tal vez se debía a que antes fueron humanos.
-No... tienes... miedo... de nosotros- Comentó al sentarse en un sillón.
-Me han tratado bien, o al menos Yuma- Tomó un vote y algodones, y se acerco al chico- Créeme, mis primeros encuentros con los hermanos Sakamaki no fueron buenos- Hablaba casi en susurros mientras desinfectaba las heridas- En el primer mes que estuvo en la mansión, casi mato a Ayato- Recordó con gracia.
-Yuma... te llama... loca- Comentó, le parecía raro que se llevara bien con su hermano, tomando en cuenta su personalidad tan brusca.
-Muchos lo hace- Rio- Creo que no están acostumbrados a conocer brujas, envolvió las vendas con cuidado.
-Kou también ... habla mal... de ti-
-¿Importa lo que los demás hablan de ti? Él no me conoce bien, y yo no lo conozco bien, así que no voy a hablar de él- Lo miró a los ojos- Pero... tu pareces agradable, y creo que vamos a convivir bastante.
-Si... eres... una buena... persona... no importa... lo que... los demás ... digan-
Terim le sonrió avergonzada pero feliz.
El futuro entre ellos sería agradable.
Y Yui tenía que tener cuidado.
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