Imperio en Llamas +18

NUEVE

—Madre mía, normal que hayáis salido tan dioses griegos teniendo semejante padre—Olivia se despedía de su padre desde el coche, Elaia pensó que Olivia se despedía con demasiada emoción de su padre.

— Se le va a la olla—dijo Cat rodando los ojos mientras entraba en el coche.

Elaia se sentó en el asiento del copiloto mientras esperaba a que Olivia decidiera entrar. Había salido un poco antes del trabajo para ir a visitar a su padre. Draco agradeció la visita de su hija junto con su nuera y la amiga de ambas, pasaron la mayor parte del tiempo hablando de cómo iba el matrimonio de la D'Angelo. Elaia se sentía feliz de poder decir que su matrimonio iba viento en popa, desde ese día en el coche hacía unos pocos días, su vida matrimonial había cambiado. Se levantaba entre los brazos de Athos y con sus labios en su cuello dándole suaves besos, tras desayunar juntos, Athos se iba a atender sus negocios tras darle un beso y ella se iba al centro de investigación a trabajar, cuando acababa Athos la esperaba fuera e iban juntos a cenar para luego acabar en la cama. Athos era un amante exigente y de alguna manera ella se dejaba guiar por él, en poco tiempo había llegado a confiar en su esposo de tal forma que le sorprendía. Lo hacían hasta bien entrada la noche para después dormir pegados y al día siguiente lo mismo. Aunque, y muy a pesar de Elaia, Athos se había tenido que ir el día anterior por negocios a Irlanda. Cat le había dicho que Irlanda era el territorio de la Camorra y que si Athos iba a negociar con ellos algo habría que tener una alianza, lo que en el mundo de la mafia significaba una boda. A Elaia le preocupaba que algo le pasara a Athos, quería tenerlo con ella para saber que estaba bien.

Cuando Olivia entró, se giró para ver a sus dos amigas. Cat le reprendió de babear sobre Draco y Olivia se hacía la sorda. Aaron arrancó el coche dirigiéndose a Picadilly. Elaia le sonrió a su guardaespaldas y este se tensó.

— No me gusta esa sonrisa. La última vez que la pusiste tuve un día libre...

— Vamos, eso te dió oportunidad de tener una cita con mi asistente—dijo Elaia rodando los ojos.

— No puede ser...¿ya estás pillado?—preguntó Olivia.

—¡Olivia!—le reprendió de nuevo Cat.

— Por dios, Catalina. Desde que te casaste con Scorpius te has vuelto como esas aburridas de la aristocracia.

Irían a cenar a su penthouse, Athos volvería de Irlanda al día siguiente y odiaba sentirse sola en ese gran piso. Aún cuando su marido hubiera accedido a poner a Cat como persona grata nuevamente, por la noche se sentía sola. Sola sin Athos. Nunca llegó a pensar que llegaría a añorar la falta de su esposo cuando en un principio deseaba que la dejara tranquila. Solo habían pasado dos días desde su marcha y aún le quedaba el largo día de mañana para volver a verlo. El corazón de Elaia aumentó sus latidos y sonrió ante el cosquilleo que empezaba a aparecer en su estómago cuando pensaba en el moreno, aunque la sonrisa se le fue al pensar que Athos nunca se podría enamorar de ella. Se lo había dicho, en su mundo, el amor no era una cosa muy común, que Ginny y Leandro D'Angelo tuvieron suerte de encontrarlo pero muy pocas personas lo hacían.

Aaron aparcó el BMW y las chicas salieron dirigiéndose al ascensor. Olivia intentaba ligar con su guardaespaldas y Cat rodaba los ojos mientras reía, estaba claro que Aaron no le interesaba Livy sino la morena de ojos claros e inocente sonrisa. Elaia sonreía ante la escena tan cómica, antes de que las puertas del ascensor abrieran. Fue entonces cuando su sonrisa decayó, su cuerpo se tensó y tuvo ganas de llorar, cosa que nunca había sentido y no lo haría delante de la gente. Nunca. Su reputación de princesa era algo superior a ella y no iba a permitir que nadie de los presentes notaran como le había afectado volver a ver a Jade en casa con Athos. Esta vez estaban acompañados de Grace y Luca . Y como aquella vez en que le cruzó la cara a Athos, se callaron nada más oír el ascensor. La pequeña reunión se levantó para recibirles y Elaia solo sonrió dirigiéndose a ellos seguida de Olivia y Cat.