Capitulo 14.

600 77 27
                                    

Capitulo 14

Nishimura Riki

Estoy aterrado en este momento, no me gusta que esté tardando tanto en responder. Siento que he cometido un error en pregúntale eso así, a lo mejor solo he confundido todo y él simplemente me ve como un amigo, claramente no ha pensado en un escenario en el que estemos en un laberinto de mierda besándonos.

—¿Qué clase de pregunta es esa?

Su voz sale en un susurro y baja el rostro haciendo que suelte el agarré que tenía en sus mejillas.

Vale, me ha rechazado.

—Nada, solo olvídalo.

Claro que debe olvidarlo, no quiero que recuerde como he quedado en ridículo en un maldito parque de diversiones. Está cita termino siendo un completo desastre.

—La gente no suele preguntar.

—No quiero ser como el resto de la gente —respondo de mala gana sin poder evitarlo.

Se ve adorable en este momento con las mejillas completamente rojas como dos grandes tomates, aunque no me gusta el tomate. Él es una mezcla entre pureza e inocencia, una mezcla entre belleza y ternura, también entre picardía y maldad. Es simplemente perfecto.

A la mierda la vergüenza.


—Joder, muero por besarte.

—Esas cosas no se preguntan... Es como si un ladron le preguntara a su víctima "¿oye te puedo robar?" Antes de robarle.

—¿Estas comparando este momento con un robo?  —pregunto algo ofendido por la comparación— de verdad eres poco romántico cuando te la propones.

—No estoy siendo poco romántico, estoy siendo realista. Nadie en el mundo va preguntando por la vida ¿oye te puedo besar? ¿y si nos besamos? Y es raro que alguien pregunté eso. Eres raro.

—¿Gracias?

—No fue un cumplido, fue mas bien una observación.

Ya vale. He entendido su claro rechazo.

No me tomo el tiempo de volver a ponerme la venda, simplemente comienzo a caminar en dirección a donde creo, es la salida. Ni siquiera estoy seguro de por donde se salga de este puto lugar.


—Nunca dije que no podías besarme.

Me detengo a solo unos metros, no volteo y solo me mantengo de pie mirando la pared de arbustos. No quiero voltear, verle y no poder resistir comerle la boca. Ahora soy yo el que está jodidamente avergonzado.


—No te he oído —digo solo para fastidiar— venga ya, salgamos de...

—Besame —me interrumpe.

Él es realmente un desvergonzado, ¿no? Y en parte es lo que me gusta tanto.

No conocía ese lado tan directo de Sun Woo, solo un poco y muy por encima. Suele esconder su verdero pensar y también deseos, siempre pone a los demás por sobre él aún si eso afecta su propio querer. En parte, tengo miedo de que está vez sea así.

Serendipity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora