Serendipity

•Extra № 03•

Extra №³:

Pronto se cumplirían dos y nuestro segundo aniversario estaba cerca. Casi dos años desde que Sunoo y yo eramos pareja oficial.

—¡Kiki!

Abrí mis ojos y parpadeé de manera repetitiva.

—¡Amoooor!

Nuevamente los gritos de mi querido novio, se escucharon por toda la casa.

Me senté en la cama y analicé un rato todo lo que me rodeaba. Normal en mí quedar en modo avión al despertar.

-¡Amooor, ayudaaaaa!

Rápidamente me pare de la cama y caminé con pasos rápidos hacía el piso de abajo. Tropecé en la escalera cayendo de culo en el suelo, formé una mueca y me pare del frío piso de madera.

—¡Riki!

—Ya estoy aquí, no grites—entre a la cocina sobando mi traceso—¿por qué gritas tan temprano un sábado por la mañana?

—No alcanzó los cereales—pucherio señalando el mueble blanco.

Solté una risa burlona y caminé hacia él, parándome a su lado y bajando los cereales de la repisa.

—Te regalaré una escalera para navidad—el rodó los ojos dándose la vuelta y sacando un tazón de porcelana—¿me das un poco de cereales?

—Ni-ki, ¿Sabes que día es hoy?

—¿Veinticuatro?—Sunoo sonrío—es solo veinticuatro, ¿por qué?

—Tú... olvídalo.

—Dame celerealeees—lo moví un poco para que me prestará atención.

—No quiero, eres malo—me observó abultado sus labios, yo no pude evitarlo y le robe un beso.

—Bebitooo.

—Los besos y el aegyo no funcionarán esta vez.

Quité el tazón de sus manos depositándolo en la barra de la cocina, puse mis manos a los lados de su cuerpo y lo acorrale.

—Te enojas muy fácil, mi amor... no me gusta que estés enojado.

—oy es un día especial y tú solo te lo dedicas a dormir y tratarme de enano—formo nuevamente un puchero.

Definitamete Sunoo había sido creando con el propósito de derretir corazones y conquistar el mundo utilizando su hermosa voz y preciosa personalidad como armas principales. Su mirada, sus ojos, sus mejillas, incluso sus delicadas y suabes manos eran putamente perfectas, si es que la palabra putamente siquiera existe, y si no lo hace, pues la acabó de inventar y soy un puto genio.

—Amor, solo es veinticuatro de agos... mierda hoy es veinticuatro de agosto—Sun Woo quitó mis manos de su cintura y se alejó de mí claramente molesto—¡Juro que no lo olvide! de verdad sé que hoy cumplimos dos años.

—Vete a la mierda, Nishimura.

[...]

—Eres una mierda, Nishimura.