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Capitulo 24:

Sus ojos, su sonrisa, su mirada. Creía haberlo superarlo, pero al verlo en ese café, al verlo supe que aún estaba locamente enamorado de Sunoo.

Nunca imaginé que lo vería así tan pronto. Una mala decisión fue la de entrar a ese cafe, una mala decisión fue la de volver a Corea.

Mi corazón, mi corazón latía tan rápido que creí que saldría de mi pecho y se iría caminado. Absurdas palabras, pero eran las únicas que podía fórmular luego de ver a ese chico que aun era el dueño de mi corazón.

No entendía como podía seguir siendo igual de lindo o quizás mas que cuando me mude. A diferencia de cuando me fui, ahora era rubio y usaba maquillaje, no tanto para parecer un payaso pero si para resaltar sus facciones.

Toque mi corazón, latía a mil kilómetros. Apoyado en la pared del café, cerré mis ojos y solte el aire que había retenido al entrar a el café, donde al parecer, era el trabajo de Sunoo.

-Amigo, te estas empapando-K me observó, junto a él Taki permanecía parado sosteniendo un paraguas-ven, vamos dentro, reproducen buena música y el clima es calido.

-No, no entraré-negué rápidamente-no puedo ir nuevamente ahí dentro, K.

-¿Por qué no? no seas tan antipático-abandono la protección del paraguas y se acercó a mí-el chico con cara de ardilla es amable, nos invito pastel gratis, no lo hagamos esperar.

-Sunoo...

-¿Qué?

-Su nombre es Sunoo-repetí por segunda vez su nombre-Kim Sun Woo para ser preciso.

-¿Él es...?

-Es Sunoo, el chico que me gusta. El chico que me odia y no quiere verme.

-Ni-ki, no creo que eso sea así.

-¿Y tú qué sabes, Taki?

-No le hables así a Taki-cerre los ojos, sentí la mano de K en mi hombro-no puedes seguir evitando a Sunoo.

-Lo siento, es solo que...

-Te duele verlo, lo sabemos. Ni-ki senpai, aunque duela debes enfrentarlo.

-No quiero, no puedo hacerlo.

-No quieres, pero si puedes hacerlo, son dos cosas distintas, Senpai.

-¿Qué le diré? ¿que haré? ¿cómo lo miraré?

-Creo que él no te reconoció. Piénsalo, si él te hubiese reconocido hubiera hecho algo más que verte y sonreír-en efecto, K tenía razón-solo debes entrar y no hablar, no es algo difícil para ti después de todo.

[...]

-Sí regresaron, pensé que no lo harían-Sunoo comentó alegre al vernos ingresar por la puerta del local.

-Mi amigo tuvo un problema, se le cayó uno de sus aretes.

-Él no lleva aretes-baje la cabeza incómodo ante tanta atención por parte de SunSun-supongo que se quitó y guardo el que aún conserva.

-Eso hizo.

Levante la mirada y observe a Sunoo. Él seguía tan lindo como siempre, con sus lindos ojos y su brillante sonrisa.

-Oh, soy Kim Sunoo-estiró su mano, la por un momento y luego la estreche-¿Comó... se llama?

Mire a mis amigos horrorizado, no podía hablar, me reconocería.

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