•16•

624 71 32
                                    

Capítulo 16:

—¿Tocó el piano para ti?— repitió Jake por cuarta vez desde que habían llegado a la biblioteca.

—Estas diciendo que mi mejor amigo amargado, enojón y antipático, Nishimura Riki, ¿toco el piano para ti?

—No pienso que Kiki sea un amargado, enojón y antipático.

Jungwon solto una carcajada, ¿Acaso hablaban del mismo Ni-ki? ¿el Ni-ki que había cambiado el shampoo de Jay por pegamento? ¿el Ni-ki que siempre se comía la ultima dona de la caja? ¿el Ni-ki que había pintado el auto de su profesora con aerosol? ¿el Ni-ki que primero te manda a la mierda y luego saluda...?

Definitivamente no podían estar hablando del mismo Ni-ki.

—Bueno, no creo que hablemos de la misma persona—Ni-ki y la palabra "cursi" no podían ir en una misma oración, era simplemente algo imposible. Jungwon negó—No te creo, hyung.

—Yo si le creo, después de todo tú estas en una biblioteca, eso demuestra que todo es posible—Jungwon observó a Jake sintiéndose ofendido por sus palabras—lo raro es que se haya confesado.

—No sé que hacer... ¿Que debería hacer ahora?—suspiro derrotado—yo le gusto pero... pero ¿si por ser algo más que amigos nos peleamos y arruinamos nuestra relación?

—¿Siendo algo más que amigos? ¿novios?—Sun Woo asintió—pues no sabemos si eso va a pasar, Sunoo, solo se trata de intentarlo ¿No lo crees, Wonnie?

Jungwon bajo la mirada al libro que "estaba leyendo" y asintió con pereza.

Ni-ki se iría literalmente en 24 horas y Sunoo no lo sabía. Jungwon se sintió mal por esconder aquel secreto, pero era el último pedido de su mejor amigo antes de su partida.

—JungWon, ese libro está al revés.
                           [...]

Ni-ki abrió sus ojos y se encontró con que  Sunoo estaba sentado a su lado. El mayor movía su cabeza al compás de la música que era reproducida através de
sus audífonos.

El japonés se enderezó en su asiendo quitando el papel que había quedado pegado en su mejilla. Nota mental: no usen su carpeta de almohada si está abierta.

—Hyung...—pico la mejilla del mayor, asustando a este.

—Despertaste. Cuando Jake hyung me acompañó, dijo que dormías y preferí no molestarte.

—Ya lo dije... tú jamas serás una molestia—acariciando la mejilla del azabache repitio esas palabras que ya había dicho en innumerable ocasiones.

—Ya deja de hacer eso—quitó la mano de Ni-ki de su mejilla color carmín.

—¿Qué cosa?

—Coquetear.


—No parecía molestarte antes.

—Soy tímido, me vergüenzas.

—No parecías tímido ayer cuando profanaste mis belfos.

¿Profanaste? ¿belfos? ¿Acaso Ni-ki se había comido una historia de esas que leía Jake en Wattpad?

—Patrañas, yo no profane nada.

—¿Quién, profana qué?

—¡Dios mío, Youngbin hyung! ¡me asustó!

Serendipity Donde viven las historias. Descúbrelo ahora