Si pudieras cambiar algo de este mundo... ¿Qué sería? | Yoonmin

Prologo

Ruidos se escuchaban a los alrededores de la frontera del reino Park. Unas cuantas gotas de lluvia empezaron a caer mientras que ellos huían de su castigo. De su destino. Entrelazaron sus dedos y sonrieron mientras escuchaban personas acercándose a ellos.

El príncipe se levantó un poco asustado, su respiración era un poco agitada y su corazón latía un poco más rápido de lo normal. ¿Qué había sido eso? ¿un sueño, una visión o la misma pesadilla molesta que lo atormentaba desde pequeño?

-Príncipe Min, lo están esperando en el comedor para el desayuno –Dijo una empleada del palacio, un poco apresurada por sus quehaceres- El rey le tiene que informar de algo muy importante. Con su permiso.

La empleada hizo una reverencia y salió de la habitación. El príncipe Min se levantó de la cama y entro al baño, con esa cara seria y semblante frio que lo representaba. Entro a la tina y empezó a pasar el jabón sobre su cuerpo lentamente, mientras pensaba.

Min Yoongi, mejor conocido por todo su reino como el príncipe y el heredero Min, fue educado y entrenado para algún dia heredar el trono de su padre. Él era una persona envidiosa, codiciosa, muy orgulloso y despiadado con aquel que se osara a enfrentarlo. Su cabellera era rubia, sus ojos negros los cuales a algunas personas del palacio les daba miedo hasta mirarlo. Su piel era blanca, daba la impresión de que estaba pálido todo el tiempo. Su vestimenta siempre era la misma, formal y elegante. Aunque, al ser un príncipe, no tenía otra opción de vestimenta. Se dedicaba a manejar los asuntos del reino dentro del palacio. Nadie fuera del palacio conocía el rostro de Min Yoongi. A todos los problemas que surgían dentro de su reino, el príncipe Min le daba la mejor solución. Él tenía un deseo que nadie conocía aparte de su mejor amigo. El príncipe Min quería lograr ser el rey más poderoso de todos los reinos a su alrededor. No se iba a rendir hasta completar su objetivo.

Cuando llego al comedor, hizo una reverencia a su padre y se sentó para comer, el príncipe no era de muchas palabras, solo hablaba cuando era realmente necesario.

-El reino va a formar una alianza- Dijo el Rey mientras tomaba un poco de fruta y la ponía en su boca. –Con el reino Park.

El rubio permaneció callado mientras asentía levemente comiendo un poco de tostada de pan de centeno. Realmente le había parecido una buena idea, ambos reinos eran muy poderosos, pero lo que no tenía uno, lo tenía el otro. Una alianza entre esos dos reinos haría que fueran los más poderosos.

-Por eso razón, te vas a casar con la hija de los reyes Park.

Se atraganto un poco y se limpió con la servilleta. ¿Casarse? Él no quería eso, siempre fue fiel a la idea de que una pareja sería una carga para él y que era innecesaria, pero ahora ¿debía casarse?

-No. –Dijo el rubio mientras miraba a su padre. –No voy a casarme.

-Yo nunca lo pregunte, te vas a casar con su hija Park Roseanne, fin de la discusión. –La mirada que le dio su padre lo hizo enojar más, Yoongi sabía que no podía hacer nada para poder contradecir al rey. –Solo te llame para eso, puedes irte si quieres.

El príncipe se levantó, hizo una reverencia y se fue. Debía casarse con la tal Roseanne, no quería hacerlo, no quería tener una carga por el resto de su vida.

-Maldita sea. –Susurro mientras llegaba a su habitación.

La criada abrió la puerta de la habitación y al ver que el príncipe entro, cerro la puerta  rápidamente.

-¿Así que casarme? Que pérdida de tiempo... Sin embargo, son los sacrificios que debo hacer para lograr mi objetivo... Además, ella hará todo lo que yo diga, eso es un lado bueno.

Se acostó en la cama mientras veía por la ventana, pensando las cosas buenas que conllevaría realizar ese matrimonio.

Sin embargo, el príncipe Min Yoongi no sabía que ese momento cambiaría toda su vida.

| Posshi~ |

Bueno, aquí está el primer capítulo de mi nuevo libro, espero que les guste mucho, no olviden votar y comentar nwn. Este es mi primer libro Yoonmin así que pos aja, estoy nerviosa pero bueno. Sin nada más que decir...

¡Adiós!