Capítulo 26: Nuestra tonta navidad.

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Vara de Oro, Solidago: Ánimo, se que podrás seguir adelante. Intenta siempre vivir para ti y no para alguien más.

『••✎••』

-Entonces ¿qué podríamos hacer?

-Si dejaras de preguntar cada cinco minutos podria planear algo, idiota.

El príncipe Kim y Seokjin estaban en el palacio real del reino Kim, planeando una estrategia para invadir el reino Park. Estaban probando todas las opciones viables pero ninguna parecía accesible ya que todas ponían en peligro a su pueblo. El príncipe Kim había aceptado la propuesta de Jin sobre ser el futuro rey de su reino, pero no podía darle todo el poder así de simple, así que entre ambos llegaron al acuerdo de un matrimonio arreglado a escondidas del pueblo. Era por conveniencia, ninguno de los dos podía involucrarse sentimentalmente. Pero al pasar todo el tiempo juntos, era difícil no hacerlo.

-Necesitamos alguien del reino Park que nos sirva como señuelo para distraer al rey y así poder entrar al palacio... -Propuso Jin. -Y tomar el poder.

-Jimin... -Susurro el príncipe.

-¿El hijo oculto del rey? -Jin pensó unos momentos y luego asintió. -Podría funcionar, pero necesitamos que sea una distracción grande... Lo suficiente como para poder entrar sin ser vistos.

-Entonces es cuestión de esperar. Por el momento no podremos hacer nada.-

-¡Claro que podemos! -Le interrumpió Jin con el seño fruncido. -También tienes un pueblo, no todo se trata de guerra.

Jin empezó a caminar a una de las habitaciones del palacio mientras Namjoon solo lo seguía, estaba confundido. Al llegar, tomó la llave de la habitación y la abrió, en su interior habían muchos juguetes esparcidos; algunos coches, muñecas, pelotas, etc. Namjoon quedó aún más confundido, él no sabía porque su prometido necesitaba todos esos juguetes si ni siquiera tenía hijos.

-¿Para qué es esto? -Pregunto el príncipe mientras se acercaba a Jin.

-¿Acaso no lo sabes? Hoy es Navidad... Y hoy todos merecen ser felices, por eso esta noche entregaremos regalos a todas las familias del reino. El futuro rey de esta nación debe preocuparse por su pueblo. -Jin sonrió un poco mientras ordenaba a los guardias que le ayudarán a subir todos los jueguetes a los carruajes.

-Nos va a tardar toda la noche. -Se quejó Namjoon.

-Acepte casarme contigo porque pensé que eras una persona generosa y humilde, no un perezoso. Así que ven, querido prometido. -Jin tomó la mano del príncipe y lo guió a la salida del palacio. -Además no nos vamos a tardar mucho, todos los habitantes estarán reunidos en la plaza.

-Esta bien... -Namjoon sonrió un poco al ver la intención de Jin, él era tan bueno con las demás personas y era algo que le gustaba mucho de él. Pero ese sentimiento era peligroso.

Ambos chicos salieron del palacio y se subieron al carruaje real que se dirigió directamente a la plaza central. En el transcurso del viaje, ambos hablaron de cosas triviales, estos días empezaron a conocerse aún más y ambos quedaron fascinados con el otro, pero se negaban a aceptarlo. Querían reprimir el sentimiento que empezaba a salir a la luz.

Al llegar al pueblo, ambos salieron y saludaron a todas las personas que se encontraban allí. Jin había organizado un evento para todos sus futuros súbditos sin importar su posición social, tenía planeado una cena entre todos y luego entregar los regalos mientras cantaban algunas canciones. Todos empezaron a formarse cuando llegó la comida, el príncipe Kim y Seokjin se ofrecieron a servir todos los platos, obviamente con ayuda de los guardias.

Si pudieras cambiar algo de este mundo... ¿Qué sería?  |  YoonminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora