Dalia violeta: Mi amor por ti es fuerte y crece cada día.
...
Ese día había transcurrido con total normalidad, Jimin estuvo encerrado todo el día y en algunos momentos Yoongi lo iba acompañar. Jungkook y Taehyung estuvieron pegados la mayoría del tiempo, casi no se separan. La princesa Rosé y MoonByul estuvieron ocupadas con asuntos reales, así que no pudieron visitar a Jimin hasta que llegará la noche.
Yoongi estaba presenciando el atardecer desde la ventana de su habitación esperando a que fuera de noche para encontrarse con su amado. En estos días habían pasado muchas cosas... Estaba reflexionando sobre aquello, aunque nunca estuvo de acuerdo con la ley de la homosexualidad, nunca se le había cruzado por la mente estar enamorado de un hombre. También se puso a pensar en lo mucho que había cambiado en esos días, ya no era el chico frío y malévolo de antes, ahora literalmente se sonrojaba si tenía a su pequeño cerca... Jimin lo había cambiado... Y le gustaba mucho que lo hubiera echo, le gustaba su nueva versión.
-¿Puedo entrar? -Una voz interrumpió sus pensamientos mientras golpeaba la puerta de su habitación.
-Claro. -Respondió Yoongi mientras abría su puerta y miraba a Rosé entrar. -¿Que pasa Rosé?
-Solo venía para decirte que ya nadie ira a la habitación de Jimin por el día de hoy, así que no te preocupes porque te interrumpan o algo así. -Rosé sonrió leve y tomó la mano de Yoongi, esté la miro confundido. -Y también por otra cosa, ven.
Rosé guió al príncipe por los pasillos directo a la cocina, algunos empleados los veían y sonreían al ver a la pareja del momento, Yoongi solo pensaba en una cosa "¿como les digo a esa gente que soy homosexual sin decirles que soy homosexual?" Al llegar a la cocina se sorprendio al ver varios ingredientes y utensilios sobre el mesón, lo que más sorprendió al mayor fue ver que no había nadie más a excepción de ellos dos.
-Bueno Rosé lo siento, pero me gustan los hombres. -Fue lo primero que se le ocurrió decir.
-¿Qué? Tú no siquiera me atraes, no confundas las cosas. De echo hasta el momento, nunca me gusto nadie. -Rosé sonrió un poco mientras enjuagaba sus manos con agua. -Vamos hacer la comida, ¿no crees que Jimin se pondrá feliz sabiendo que tú le hiciste su comida?
-Oh ya veo... -Yoongi sonrió e imitó la acción de la princesa, se imagino la escena que le menciono la contraria y se sonrojo pensando en la reacción de su pequeño... Joder, él lo volvía loco.
-En ves de imaginarte cosas sucias, ayúdame. -Rosé hizo un leve puchero mientras lavaba los vegetales. -Vamos a preparar carne wagyu.
-Bien. -Yoongi tomó el filete y le rocío sal y pimienta. -¿Has tenido respuesta del príncipe Kim?
-No, aún no me ha respondido... Sin embargo llegó una carta proveniente del reino Min, Byul me contó sobre aquello. -Mencionó Rosé echándo aceite y ajos a la sartén. -Mañana en la tarde va a venir un invitado del reino Min y se va a quedar aquí por tres días. No se exactamente quien es, solo sé que lo mando el rey Min.
-¿Quien podría ser? -Susurro Yoongi, tal vez era algun médico o un ministro. El príncipe puso el filete en la sartén con mucha precaución para luego mirar a Rosé. -Espera, ¿eso significa que Jimin no podrá salir mañana tampoco?
-Si podrá salir, dudo mucho que el invitado especial le interese estar en el jardín, aunque aún así deben tener cuidado. -La menor le dio la vuelta al filete echándole un poco más de sal. -Por cierto, ¿ya le pediste a Jimin que sea tú pareja?
-Aún no, quiero que sea algo especial. -Susurro el contrario mientras tomaba asiento en una de las sillas. -¿Y tú Rosé? ¿Enserio no te gusta nadie?
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Si pudieras cambiar algo de este mundo... ¿Qué sería? | Yoonmin
Hayran KurguEn el pasado, existían varios reinos. En este caso, había dos reinos que iban a formar una alianza para volverse el mejor reino del mundo. El reino Min era rico en minerales debido a la variedad de recursos que producen sus suelos a lo largo de todo...