Capítulo 1: Mi vida es una... Mierda

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Ya es viernes y supuestamente debería estar feliz de descansar dos días en casa, junto a una familia que te quiere y que comparte tiempo juntos. Con sonrisas y risas... Como me gustaría tener esa vida, pero lamentablemente no me tocó eso.

- Ya llegue... - Susurré entrando a mi "Casa" si es que a donde vivo se puede llamar así. Escuchó como se caen unas latas de cerveza de la mesa, después escucho unos pasos pesados y toscos.

- ¡¡Kayla!! - Grito enfadado mi padre, apareciendo por la puerta que daba hacia la cocina, note que estaba ebrio, ya que el olor a cerveza lo sentía desde mi posición.

- ¿Por que llegas tan tarde? - Se acercaba cada vez mas a mi... Tenía el presentimiento de que me golpearía otra vez...

- Estaba estudiando con una amiga... - Conteste con temor, no quería que Silvia supiera por lo que estoy pasando... No quiero. No es una amiga... Pero es una compañera de curso que siempre me ayuda en los trabajos que dan.

- ¿Estudiando? ¡¡Para mi que te estabas vendiendo en la esquina!! - Grito, empujandome hacia la pared.

- Papá, estaba estudiando con Silvia... Nada más... Por favor sueltame... - Le pedí, mientras el me levantaba, agarrando mi cabello levantándome así del suelo.

- Estudiando... ¡No deberías estudiar! Deberías estar aquí limpiando la casa y sirviéndome a mi de comer. No debes estudiar Kayla - Cada palabra que decía aumentaba la fuerza del amarre en mi cabello.

- Es que debo estudiar...

- ¿Para que? Que yo sepa, que para ser puta no se estudia, solo debes ser buena en la cama y listo.

- No seré puta...

- ¿Entonces que seras? Si terminarás igual que tu madre, siendo una puta barata - Soltó el amarre de mi cabello, dejándome caer.

- Yo no seré puta... - Cuando hablaba con mi padre no podía hablar mucho, no se sabia como podía reaccionar.

- Lo serás... Kayla dame de comer... - Como aún no me levantaba del suelo, me dio una patada en el estómago, y se fue de vuelta a la cocina.

- No se cuanto tiempo aguantare esto... - Me levante, apretando mi estómago de dolor y me fui a la cocina a prepararle de comer a mi padre.

Entre gritos y amenazas por parte de mi padre, le serví de comer y yo me fui a mi habitación. Quería llorar y ese era el único lugar donde lo podía hacer.

Abrazada a mis rodillas empecé a llorar, en silencio comencé a sollozar y lamentarme de haber nacido. Se que fui un error y mi padre me lo gritado mas de mil veces.

Aferrada a mis piernas, comencé a hablar con gimoteos leves... Para que mi padre no me escuchara.

- No debí haber nacido...

- No debí vivir...

- No debí haber crecido...

- No debí... Haber existido nunca...

Susurraba entre lágrimas, que caían como hacían de costumbre todas las tardes y noches. Supuestamente todos deberían dormir tranquilos en sus camas... Deberían.

En cambio yo solo puedo llorar, tratar de sentirme mejor con mi llanto, que se que nadie lo escucha. Porque jamas nadie me a escuchado... Y dudó que alguien le importe.

- Te extraño mamá... - Me aferré mas a mis piernas - Te extraño mucho...

Si mi mamá estuviera aquí, me estaría abrazando, y consolando... Pero como no esta aquí, no esta en este mundo... Se fue al lugar que yo quiero estar, donde uno puede estar en paz y dejar de pensar en toda la mierda que vivo día a día.

No estas sola... [Inazuma Eleven | Xavier Foster]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora