Capítulo 6: Nueva vida

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- Y esta es tu habitación Kayla - Me dijo Alina abriendo la puerta dejándome pasar.

- Esto... Es enorme - Conteste atónita, la habitación era enorme y tenía de todo.

- Ahí puedes guardar tu ropa... aunque compráremos más ropa. Tienes muy poca para ser una chica - - Me señaló un enorme closet, me quitó maleta y comenzó a guardar la ropa.

- ¿Que te parece la habitación?

- Grande... Muy grande ¿no será mucho para mí? Sólo soy una persona, no una familia.

- Tranquila... Pronto se te hará pequeña... ¿Estas bien?

- Mejor... Esta habitación es más grande que mi casa... Me siento mal.

- ¿Mal? ¿Estas bien?

- No ese mal de malestar, si no de ese mal... Que me siento mal, que no podré ser de ayuda, a ese me refiero.

Ella dejó de guardar la ropa, se acomodo su cabello negro y se acercó a mi. - ¿Tomemos asiento? - Señaló la cama, yo la seguí.

La cama era una matrimonial con un cobertor rojo y almohadas negras. Nos sentamos al borde de la cama.

- ¿Por qué te sientes así?

- Es que esta no es mi casa...

- Ahora si lo es Kayla... ¡Esta es tu casa! - Señaló la ventana - Tu ventana, tu alfombra, tu puerta... Ahora eres parte de la familia.

- Pero me siento mal... A Xavier no le conozco hace nada, y ahora soy su... ¿Hermana?

- Algo así... Pero ¿lo conoces hace poco? Eso no es verdad Kayla. - Me sorprendí.

- ¿A que te refieres?

- ¿No lo recuerdas...? - Ella acercó su mano a mi cara y acarició mi cabeza. - Tu jugabas con Xavier de pequeños.

- ¿Eh?

- Eran buenos amigos... Ustedes jugaban siempre, ustedes eran como uña y mugre, culo y braga... Pero por los caminos de la vida, se separaron y tomaron distintos caminos.

- ¿Qué paso? - Me confundía cada momento más.

- Tu madre tenía bastante problema con el mal nacido de tu padre, un día ella llegó llorando y dijo que no podía venir más a vernos. A tu padre le molestaba que se juntaran con nosotros y para evitar problemas con él y que tu o ella sufrieran las consecuencias... Decidió alejarse de nosotros.

- Vaya... No sabía eso... - Me miraba las manos, vi unas marcas y las escondí en la manga de mi sudadera.

Alina lo notó, y me tomó las manos, quizo subir la manga, pero yo se impedi.

- ¿Puedo ver?

- No... Quiero...

- Ahora eres mi hermana... Te prometo que te protegeré, pero si quieres que eso pase... Necesitó que me muestres y digas todo.

¿Seria bueno contarle todo? ¿Me ayudará de verdad? ¿Podre confiar en la hermana de Xavier? ¿Podría confiar en esto?

Asentí, y ella susurro un - Gracias - Mientras subía la manga de mi sudadera.

Ella observó mi delgado brazo, con todas las marcas que habían en el. Marcas de dedos, dientes y alguna que otras extraña marca.

- P-Pero ¿q-que? - Estaba con los ojos como platos -. ¿Tienes más? - Asentí nuevamente, para sacarme por completo la sudadera.

Me volteé y puse mi pelo por delante, así subí mi blusa para que viera las marcas que habían.

Marcas de rasguños, golpes y patadas. Marcas de sufrimiento y de mi dolor.

Y así seguí mostrándole cada marca que tenía en el cuerpo, ella estaba espantada. No sabía que decir.

Me miraba con pena, con lástima y en lo profundo de su mirada podía ver determinación.

- Él pagara todo lo que hizo... - Dijo para si misma. - No saldrá de esta fácilmente... Las pagara.

- Si... - Dije poniéndome la sudadera, para así tapar la mayor cantidad de marcas que tenía.

- ¿Por que te hacia eso? - Me pregunto ella.

- No se...

- ¿Estaba ebrio? - Asentí. - ¿Drogado? - Subi ambos hombros, no sabía eso.

- ¿Te puedo hacer una pregunta Kayla? - Yo asentí, estaba recostada en la cama.

- ¿Por que nunca hablaste? ¿Por que nunca dijiste lo que vivias a alguien?

- Porque... No se, pensaba o pienso aún que a nadie le importaría que a me golpeara mi padre. No pensaba en que alguien me ayudaría, sino que a nadie le importaría. Lo que he vivido no es nada comparado a lo que otra gente a vivido.

- Entiendo a lo que te refieres Kayla, pero esta mal lo que piensas. Siempre habra alguien que te querrá ayudar, en este caso fue mi hermano.

- Que ahora también es mi hermano...

- Él no te ve como hermana... Pero bueno... ¡Ahora eres de mi familia y procuraré cuidarte! Ahora, duerme ya que se que estas cansada con todo lo que a sucedido el día de hoy.

Me dio un beso en la frente y se retiró de la habitación. Yo me tire sobre la cama boca abajo.

"¿Podré confiar en ella?"

En cierta parte... Ella me inspira bastante confianza, su mirada nuestra determinación.

- Esto es mucho para mi sola... - Observe toda la habitación y sinceramente, ese vistazo confirmo esa teoría.

Era demasiado grande, la cama era monumental y las ventanas eran tan altas que ni de puntitas alcanzaba a tocar el final de las ventanas. Había lugar para sentarse en las ventanas, algo así como los que hay en Estados Unidos.

En el suelo había un alfombra tan suave... Que ni mi mejor ropa se le acercaba a lo suave que era. Al frente había un espejo enorme.

- Esto es mucho...

- Es lo que te mereces... Kayla - Me volteé al escuchar la suave voz de Xavier.

Estaba apoyado en el marco de la puerta con unos vaqueros grises y una sudadera negra. - ¿Te gusta tu habitación?

- Es mucho para mí esto... ¡Es como del tamaño de mi casa!

- Ex-casa, ya que ahora vives aquí... Kayla. - Me dijo entrando en la habitación, cerrando la puerta detrás de él.

- Ya... - El se acerco a mi y se sentó en la cama -donde yo seguía tirada como una perezosa - y comenzó a acariciar mi cabeza.

- ¿Que te preocupa Kayla? - Me dijo él mientras seguía acariciando mi cabeza.

- ¿Como lo vamos a hacer en el instituto? O sea... ¿Vamos a llevar el mismo apellido? - El me miró se manera tierna y ladio la cabeza.

- Cada uno llevará su propio apellido ¿vale? Eso ahorrará problemas por el momento.

- ¿Problemas del momento? ¿A que te refieres Xavier? -, le pregunte levantando mi cara hacia él.

- Bueno... Ya sabes... Nos ahorraríamos eso de dar explicaciones del porque llevamos el mismo apellido... -, dijo, pero después se sonrojo - Lo que pasa es que... cuando uno se casa, se ocupa el apellido del marido y pos eso, eso, hay señor ¿qué hice para merecer esto?

Me sonroje al imaginar eso en mi mente, me lo imagine a él con un bebé en sus brazos, de ojos verdes y de cabello como el mío, era pálido de piel y sonreía con sutileza.

Agite la cabeza para sacar ese pensamiento de mi cabeza, aunque no me molestara -y eso me sorprende - la quise sacar de ahí.

- Desde aquí empezarás una vida nueva Kayla... Junto a nosotros - Me sonrió.

- Mi nueva vida... ¿eh?

"Me gusta que sea contigo Xavier..."

No estas sola... [Inazuma Eleven | Xavier Foster]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora