No estas sola... [Inazuma Eleven | Xavier Foster]

Capítulo 17: Palabra de mujer

Estábamos entrando a un parque, lleno de árboles. A un lado había un lago a un lado.

Era una vista hermosa, debo admitirlo. En el fondo habia una torre, ya saben, La torre de Inazuma.

- ¿Que estamos haciendo aquí?

- Estamos para observar y vivir un momento único en nuestras vidas - contestó tirando de mí.

- ¿No me vas a violar en esos arbustos de ahí, no? - Xavier rio suavemente.

- No, no lo haría nunca. Y, si llegara a hacerlo sería en el mejor hotel del mundo. O de la ciudad en este caso - miro al frente - venga, vamos.

Asentí con la cabeza, y le seguí el paso. La vista era, preciosa y en toda la extensión de la palabra. Se veía toda la ciudad desde aquí, y se veía muy linda.

En la cima estaba la imponente torre Inazuma. Había un árbol con un neumático amarrado a una soga cerca de la baranda.

Había también unas bancas y ahí me llevó Xavier. Me quitó las rosas y las dejó a un lado en el asiento. Amarro el globo a una piedra y lo dejó a un lado.

Nos sentamos muy juntos en la banca, y Xavier me rodeó con su brazo.

De la baranda surgía el resplandor de la ciudad de Inazuma que comenzaba a brillar de noche. El sol ya caía e insisto, la vista era hermosa.

- Aquí, entrena Mark todos los días - apuntó al neumático - con eso.

- Algo que sólo Mark haría, sin duda sólo él lo haría... ¿Por el conociste este lugar?

- Si, también porque la torre se ve de lejos y me daba curiosidad - me dio un beso en la mejilla.

- ¿Que hacemos aquí? - pregunte mirándolo a los ojos - ¿no me vas a violar, verdad?

- No, idiota - me dio un golpecito en la cabeza - no lo haría, podría esperar a que tu quieras.

- Que alivio, ¿entonces...?

- Sólo quise estar en mi lugar favorito, con mi chica favorita, crear un lindo recuerdo para ambos. Sólo eso y ya - me sonrió.

- Uh... Pos, hagamos eso, recuerdos...

La situación murió, nos quedamos en un silencio sepulcral. Él miraba al horizonte, y yo hacia lo mismo.

Me aventure a mirar a Xavier, y se veía hermoso. La luz del ocaso le daba un brillo precioso a sus ojos. El color anaranjado le hacia verse delicado, frágil, como una ilusión malditamente perfecta.

Pero sabía que no era ilusión, y mis sentimientos por él tampoco son ilusiones. Yo, a Xavier Foster (algún día me voy a arrepentir de esto, lo se) lo amo.

- Kayla, ¿que somos nosotros? - Xavier miraba un punto a lo lejos, se veía sexy.

- No se... ¿Que somos? Claro, además de dormir en la misma cama, besarnos cuando queremos y andar de la mano, ¿que somos, Xavier?

- No sé, por eso pregunto. Tú ya sabes lo que siento por ti, ¿que sientes por mí?

La pregunta que hace nada había respondido en mi interior, sonrojada en mi mente la había contestado. ¿Seria capaz de decirlo en voz alta? ¿Decirle a Xavier lo que siento?

- Bueno, te quiero mucho - contesté, por decir algo y ni crear un nuevo silencio.

- ¿Solo me quieres? ¿Me quieres como qué?

- Ah... Haber, en esto se los sentimientos no soy buena. Supongo que no te tengo que explicar el porqué ¿no?

- Para nada, ya lo sé.