Solteras (MirZa)

Solteras

Todo empieza con un gremio, Fairy tail, situado en el Reino de Fiore, reconstruido y destruido y vuelto a construir por diversas razones, muchas aventuras habían pasado en el mismo lugar.

Hogar de magos y magas, de los más fuertes contrincantes y grandes aliados que se pueden tener, lugar donde empiezan mil aventuras...

Antes dirigido por Makarov y tras su jubilación nombrando a Erza Scarlet la maestra del gremio, toda una nueva era llegó.

El equipo más fuerte de Fairy Tail dejó marchar a un gran pilar y la única que podía frenar la pelea de Natsu y Gray, pero sin duda alguna ganaban a la maestra que debía estar tras la sombra de Makarov.

Y tras 7 años de aquel acontecimiento es donde se marca el inicio.

Erza Scarlet, la maestra que empezó con veinte años de edad ahora tenía veintisiete años y tras su lento abandono de actividad en misiones se centró cada vez más en el papeleo, pero eso no era lo preocupante y es que la hermosa pelirroja, de cuerpo perfecto y aunque tan poderosamente atemorizante como amable y bondadosa se encontraba en un punto atascada.

Nastu y Lucy, la que era reciente nueva pareja del gremio definió como una era ya terminaba, ahora siendo padres por sorpresa daba a entender que la juventud podría estar acabando.

¿Por qué?

Pues porque ahora mismo ya solo quedaban solo dos solteras, La maestra y Mirajane. Los demás de su misma edad ya estaban emparejados y eso a ambas mujeres les daba dolor de cabeza.

-Vamos Erza.... -Dijo Lucy ya cansada. -¿Seguro que quieres pasarte la vida soltera?

-Tengo cosas que hacer Lucy... -Erza releyendo por cuarta vez unos informes de destrozos que debían de ser examinados por la cuantía a pagar. -No quiero una pareja que me distraiga de mis obligaciones.

-Erza, tienes un corazón lleno de amor y eso tienes que proyectarlo. -Camino por el despacho de Titania, como también le decían a Erza. -Además sigues teniendo un cuerpazo y de seguro que hay miles de pretendientes. -Lucy se apoyó en la mesa dejando que su melena rubia molestase a la pelirroja. -Aún no me creo que dejarás a Jellal... podríais haber superado esa relación a distancia.

-Lo dice la que no puede separarse de su novio ni para hacer una misión... -La miró algo cansada. -Rubia, entiendo que no me quieras ver morir sola pero eso se volvió tóxico, había dependencia por parte de ambos, no se podía seguir eso..

-Nos hacía daño a los dos... -Acabó Lucy. -Vale, vale. -Alzó las manos rindiéndose. -Al menos dime que vendrás a la fiesta para celebrar mi embarazo. -Le hizo un puchero.

-Claro, una vez que se me permita acabar todo. -Le enseñó el informe. -Tu amante es un pesado de narices...

-Lo siento. -Dijo con media sonrisa. -¿Si te digo que fue para defenderme le perdonas un poco más?

-Controla a ese dragón y a tu hija le enseñas a respetar el ambiente. -Suspiró acabando por sonreír, hay cosas que nunca cambiarán.

Lucy asintió nerviosamente. -Se hará vegana y todo, respetara cada casa o ciudad como si fuera un monumento. -Le prometió con aire risueño a lo que Erza no pudo evitar reír.

-Anda largo de aquí, ya bastante tengo. -Soltó con una sonrisa dejando que la rubia se fuera de allí con otra.

Y mientras que todo en ese despacho era tranquilidad en la sala principal del gremio eran todo gritos, bailes, alguna que otra pelea corta y un gran ambiente familiar.

-Mirajane. -Alzó Lucy caminando a la barra. -Viene.

En cuanto pudo oírlo la gran camarera se giró.