Solteras (MirZa)

Matriarca

Erza y Mirajane entraron en el gremio, era casi de noche y había menos gente de lo normal.

Como siempre que venia la maestra algunos niños iban a abrazarla haciendo que Mirajane se adelantase y mirase esa escena como todos los presentes, a todos le encantaba ver  a su maestra haciendo de madre y cuidando de los pequeños.

La nueva generación de magos había sido bendecida por tener a Erza Scarlet como maestra o esa era la frase que siempre tenia lista Levy al verla con los miembros más jóvenes.

La albina siguió hasta llegar a su puesto de trabajo y abrazando a su hermana le quito el sitio para dejarla descansar. Estaba extrañamente feliz con lo vivido incluso aun en sus labios notaba los dulces fresados de la pelirroja y esa felicidad no pasaba desapercibida por varias miradas.

Lucy la miró de arriba a abajo y soltó una sonrisa cómplice, sabía que se le iba a notar que esa tarde fue una muy agradable y feliz, deseaba repetirla y deseaba de nuevo estar a solas con Erza, siempre había querido tener mucha complicidad pero este regalo de la vida que le estaba dando quería exprimirlo al 100%, estaba siendo una adicción.

Cana echó las cartas en ese momento al notar la buena llegada de Erza, la vio distinta en algo físico, no supo del todo pero si que había algo, prefirió saberlo a través de intentar una predicción y lo que vio no le gustó nada.

A toda esa situación la pelirroja decidió subir a su despacho para dejar todo lo de aquella reunión, dio el aviso para que Levy dejará todo eso para mañana, ahora se notaba que la pelirroja quería darle atención a sus miembros del gremio.

Y tras volver cerrando con llave su despacho, Cana subió enseguida por las escaleras fritando que debía ver sus cartas, que debía hacerle caso.

Gray y Natsu enseguida pusieron atención, Laxus fue a por Cana ayudándola a bajar y que se explicase porque su Maestra estaba en peligro, enseguida al llegar a la primera mesa Mirajane y Levy fueron corriendo a ver esas cartas. Cana gritaba que salieron varias al revés.

-¿Entonces qué será ese peligro? -Gray miró las cartas.

-No lo sé, pero esta presenta como un aura negra... -Cana explicó sus cartas y porque eran tan malo. -No es normal que sean negras y símbolos al revés.

-¿Que hacemos? -Mirajane estaba algo aturdida. -Esperamos o hay algo que hacer.... 

Cana volvió a echar sus cartas sobre la mesa, ajuntando varias y entre mezcla y mezcla separado las que salían.

Erza miró algo de lejos toda esa situación, como si no fuera con ella, confiada de todo. Prefirió notar una presencia en la puerta del gremio, algo caminaba lentamente hacía la puerta y lazó la mano haciendo que los niños no fueran pero los mayores mirasen que pasaba y porque Erza iba medio corriendo a la puerta del gremio.

Entonces al ver con claridad se notó como una  explosión de aura en el ambiente, fue peligrosa sentir como Los sentimientos y poder de Erza invadían el aire y la zona, cualquier enemigo retrocedería varios pasos ante eso, entonces la vieron correr hacía afuera.

-¡Erza! -La llamó Mirajane

Laxus se levantó pero al marearse Freed le ofreció su hombro de inmediato, apareciendo para apoyar a su líder que cada vez estaba más enfermo por lo acontecido en Tártaros, pero aún así viviría.

La vieron entrar enseguida con una joven abrazada a su cuerpo, la pelirroja la abrazaba también, todos reconocieron a esa joven.

Saku, entró de niña, con unos nueve años, justo cuando empezó Erza su mandato como maestra,  está la admiraba a la pelirroja por lo que vio en los juegos mágicos y cuando pudo entró para aprender de ella, también fue de las primeras en llamar a su maestra, mamá, , y todos estaban muy contentos por su tremenda alegría y las ansias de hacer trabajos para llevarse el clase S, cosa que incluso a día de hoy era su obsesión, era buena maga estratégica pero como Levy su magia no era su mayor fortaleza, todos querían mucho a aquella pequeña que siempre sonreía y ahora callaron al verla destrozada y de aquella forma.