Relaciones

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Mirajane usando su magia take over  para aparentar ser Erza había llegado a su destino, no parecía haber nadie al principio pero se sintió nerviosa cuando vio a Meredy con la piedra como colgante, aquel objeto era demasiado peligroso para llevarlo así como si nada y que se viera tanto.

Meredy alzó la mano en son de paz.

-Esta desactivada pero la activaré si haces algo que no debes. -Le habló con calma pero a la vez los ojos de Meredy se veían reteniendo lágrimas.

-Siempre estaré contigo. -Recordó que Erza le dijo que Meredy estaba falta de cario y que la veía como una hija mayor, que recordase tratarla como tal, ya que aun si era verdad lo malo, ella la querría como una hija igual. -No llores.

-Me da pena ver que todo eso acabó y que ahora rehaces tu vida. -Miró al suelo. -No quiero que te alejes de mi, me tratabas lo más parecido a como me había tratado Ultear.

-Y seguirá siendo así. -Avanzó dos pasos para acariciar la cabeza de Meredy. -Hay cosas que no pueden cambiar y puedes contar conmigo para lo que sea.

-No te queria hacer daño, como aquellas personas iban detrás de Mirajane.... -Se llevó su manos a su cara para tapar su llanto reprimido. -No sé que pensaba... -Se tocó el colgante y la piedra pareció por unos instantes reaccionar. 

-Estabas dolida, no lo sabías, si hubieras sabido todo mejor, no habrías hecho nada malo. -La abrazó para controlar mejor la situación, a Mirajane le estaba dando mucha pena pero estaba nerviosa, Juvia siempre le decía que Meredy era impulsiva porque fue entrenada para serlo y así matar sin más, pero no era su naturaleza.

-No quise hacerte daño ni a ella, la piedra me llevó... -Respiro abrazándose a Mirajane. -Jellal estaba dolido y triste, yo no sé controlarme bien y menos con tanto dolor y no sé...

-Tranquila, las cosas han cambiado mucho, ¿tienes mucho estrés?

Meredy asintió.

-Cuéntame todo. -Se separó lo justo como para intercambiar miradas.

-Un chico joven los dejó entrar, algo de Tanku creo que era, un gremio algo raro por su jefe blandengue, pero eso les hizo un gran favor porque tienes gremios corrompidos y con una persona que les abra la puerta es suficiente. -Empezó a explicar secándose las lágrimas y buscando cariño maternal.

Mirajane que no sabía muy bien solo arropaba a Meredy como mejor podía. La veía culpable pero también pensaba en que no podía culparla, así que se concentró más en oírlo todo y ir actuando sobre la marcha.

-Cuando nos vino un mensajero a pedirnos ayuda con una secta que rondaba cerca de un pueblo montañoso, encontramos la piedra y inscripciones que relataban el renacer del inframundo, señales de como retomar tártaros, destruimos todo y nos quedamos con objetos clave que podían servir al consejo para ayudar.

-¿Y la piedra? -Señaló con la mirada.

 -No parecía peligrosa y vi que era extraña así que la llevé hasta que vi su mal, luego ya no quise desprenderme de esto. -La tapó con sus manos. -No quiero usarla en contra tuya.

-¿Por qué? -Mirajane se separó para observar mejor el artefacto. -No lo entiendo, ¿Jellal te lo permitió?

Meredy negó.

Mirajane estaba muy preocupada, había peligro en Meredy y eso perjudicaba más de lo que podía parecer.

-Estábamos buscando a magos que nos pudieran ayudar a revertir su efecto, por eso voy caminando de sitio en sitio, esta a salvo conmigo. -Tocó la piedra. -Esta estable, pero los sentimientos míos son extraños, mi magia esta sensible.

Solteras (MirZa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora