Solteras (MirZa)

Enfrentamiento

Tanku Jaguar un gremio donde básicamente entraba todo tipo de gente, el maestro permitía de todo y su hijo era el que más se aprovechaba del noble de su padre,  Wheels, tenía mala fama y mal carácter si no conseguía lo que quería, veía todo al revés de su padre y de ahí que un gremio que podía ser amistoso y cordial pasaba a ser un antro de ida y venida.

Lo vio a lo lejos y su paso se volvió más ruidoso, marcando un tempo y la gente que reconocía a la feroz Titania prefirieron salir de ahí y mirar de lejos.

Erza entró en aquel gremio furiosa, abriendo las puertas de par en par y dejando clara su aura mágica y su cara de enfado.

- Wheels de Tanku Jaguar. -Fue lo primero que dijo y el maestro de aquel gremio, Multank, era bastante mayor pero no anciano, la recibió con una reverencia y le ofreció asiento. Fue bien recibida aunque parecía que iba a reinar la calma Erza tenía otras ideas en mente, casi las mismas que Natsu y Gray que entraron detrás de ella haciendo distancia y remarcando territorio, nadie se podía acercar, esperaron detrás del asiento de su maestra.

Mirando al rededor buscando al causante de su furia interna, se contenían por no dar un espectáculo de golpes y destrucción.

Al final Erza tras respirar, habló con tono frío y grave. -¿Sabe lo que ha pasado?

Intimidó a los miembros de aquel gremio y algunos se atrevieron a decir que no con la cabeza, pero el maestro suspiró en derrota. -Mi hijo ha debido de hacer algo para enfurecer a Fairy Tail.

-Así es. 

-Es mi hijo, alardeo de tener chica nueva, pero no sé más. -Le habló con prudencia. -Podemos arreglarlo sin que nada pase.

Algunos de esos miembros se sentía ya mal por la situación y no paso desapercibido por Fairy Tail, no todos eran culpables.

-Habrá calma siempre que a su hijo se le castigue por mancillar a mi hija y pida perdón humillándose en público. -Exigió mientras se tensó al recordar como estaba Saku.

-Lo entiendo. -Se levantó de su silla para reflexionar. -Pero no creo que quiera hacer tal cosa. 

-Mi hija, ha sido agredida, no pasará impune y deberá tener tu hijo el mayor de los castigos. -Su espada apareció calvada al lado de Erza. -Si usted no puede o no se atreve...

-Debe perdonarme, pero no quiero involucrarme más, estoy agotado y mi sueño se derrumba a este gremio no le quedan más días.

Gray chasqueó la lengua, estaba claro que había demasiada bondad, y como aquel refrán dice... a veces de tan bueno acabas siendo tonto. Pero ese hombre no podía controlar nada de la situación.

-Si hago que lo cumple y pueda redimirse.. -Se levantó. -¿Usted podría retomar el mando perdido?

-Sería algo a tener en cuenta, más fácil sería todo.  -Algunos miembros con mala cara salieron de ese gremio y otros se quedaron asimilando lo malo y aguantando porque para ellos si era una familia.

De repente el muchacho apareció como si nada.

-No se me va a otorgar castigo. -Sonrió y Natsu dejó ver sus llamas en sus puños, haciendo de inmediato que la sonrisa desapareciera y retrocediera dos pasos.

-Parece un niño pequeño así exigiendo, debería llevar pañales. -Gray habló viendo como se había asustado y sus marcas de  Devil Slayer aparecieron.

Se sentían pequeños ante la presencia de aquellos guerreros.

-Hijo... pide perdón por lo causado y serás perdonado -Erza envaino varias espadas para llegar hasta aquel muchacho.