Treinta y uno. Noche de amor.

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Había pasado un mes.

Noviembre se había ido dejando amargos recuerdos y golpeando con un invierno crudo llegando listo para ser el centro de atención.

Nueva York estaba cubierta de cielos perlados, asfalto resbaladizo y árboles desnudos.

Niall agradecía mucho estar en los toques finales del restaurante porque las constantes tormentas de nieve eran un retraso enorme a la inaguración que sería a mitad de enero.

Era bastante abrumador ver el cambio en toda la calle. El pequeño local vacío y en terribles condiciones que habían encontrado, ahora abarcaba toda la esquina, como Raven había predicho, una hilera de ventanas que iban desde el suelo hasta el techo hacían el llamado principal a observar que había adentro. Faltaban detalles mínimos antes de las vacaciones navideñas y vibraba en el ambiente felicidad.

- No puedo dejar de admirarlo- Emily bebía una copa de champagne mientras los trabajadores caminaban de allá para acá llevando materiales hacia lo que era la cocina.

- Se ve muy distinto, y más grande- Raven asintió mientras miraba el candelabro que habían colocado unos días atrás.

- Estoy orgullosa- Emily asintió para si misma- creo que es lo más duro que he trabajado en años y siento que en definitiva va a tener sus frutos.

- Lo sé, Niall está muy emocionado. Quiere que los días pasen volando.

- Van a pasar las navidades juntos, ¿no? - ambas se sentaron en una de las mesas que colocaban para la hora del almuerzo.

- Si- suspiró- será la primera juntos, y quizás la última.

- ¿Que? ¿Por qué?

- Me iré a Francia después de la inaguración- Raven miró a su amiga con una mezcla de emociones.

- Mierda. Pero, ¿Niall no irá contigo?

- Apenas abrirá un nuevo restaurante, necesita quedarse aquí.

- Al diablo eso, Louis puede dirigir todo esto y despedir a quién quiera meter sus manos y narices en dónde no debe.

- Eso lo sé- Raven rió. Luego se encogió de hombros. - Pero Niall quiere hacerse cargo de su lugar, al menos por un año, y eso lo entiendo. Este es como su bebé, su hijo menor que va a mimar por mucho tiempo- bromeó. Emily rió a carcajadas y colocó una mano en su hombro. - Siento que debo disfrutar todo lo que venga hasta el momento de mi partida.

- Así es. Pero estarán bien, encontrarán la manera.

Raven asintió, pero sabía que le quedaban dos largos años por culminar su carrera, ya había firmado un contrato que incluía un año y medio de pasantías y la posibilidad de estar con la empresa cuatro años si así lo quería. Esto era algo más grande que ella y que cualquier cosa y sabía que para Niall lo más importante era la estabilidad y felicidad de ella. Lo que ocurriera en ese período de tiempo se podría salir de sus manos.

Pero estaba muy lista, estaba lista para salir al mundo y ser quién siempre quiso ser.

.

Niall y Raven tenían menos de diez minutos de haber guardado sus cosas para irse, Emily estaba con otro par de trabajadores, Niall la había dejado a cargo de dar las últimas instrucciones para luego cerrar el lugar.

Escuchó los pasos que se acercaban lentamente, casi con vacilación, pero no levantó la mirada de sus notas.

- Hola- escuchó la voz familiar. Una voz que no había escuchado en semanas.

Meet me in the hallway |N.H| #PGP2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora