Tres: Tienda de cd's

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Niall Horan era un chico de buena familia. Sus padres lo criaron de la mejor manera posible para que algún día se convirtiera en un hombre exitoso, alguien de conocimientos, independiente y confiado.

Además de la parte profesional, también le enseñaron a tratar bien a una mujer. Se tratara de su novia, o una amiga, o cualquier desconocida él tenía que ser todo un caballero y tratarlas con amabilidad.

Su familia era muy conservadora y a pesar de los altibajos que siempre tenía cualquier relación, sobrevivieron a todo durante veinte años, hasta que su padre enfermó y murió.

Estaba haciendo lo que siempre soñó y estaba contento con los resultados. Lo que a veces lo ponía de malhumor era despertar, recordar que tenía veinticuatro años y la última relación seria que tuvo terminó en desastre, se ilusionó y terminó en el suelo destrozado, recogiendo cada pedazo de su corazón.

Sus sueños lo habían consumido alejándolo de cualquier tema relacionado al amor, ir y venir de un lugar a otro no sonaba como algo atractivo para una chica que quería establecerse, así que eventualmente lo rechazaban tomándolo como un jugador. Así que Niall se concentró plenamente en conseguirse un nombre en las ciudades más importantes de Estados Unidos hasta que la chica que quería llegará a su puerta.

Irónicamente, a mediados de enero, una pareja se mudó frente a su departamento, él no prestó mucha atención al principio hasta que se encontró con Raven cara a cara por primera vez unas semanas después. Ella era tan adorable y hermosa que él parpadeo varias veces como intentando convencerse de que no estaba soñando.

Raven llevaba un sencillo vestido de estampados color ladrillo y sandalias, su cabello arreglado en mitad de un moño y algo de ella había llamado su atención. En el momento no estaba seguro de que era, pero algo siempre lo acercaba a ella, alguna fuerza de la naturaleza que quizás quería que ellos se encontraran siempre en el pasillo, de camino al trabajo o de regreso.

Nunca le importó que otro chico estuviese en la escena porque apenas y sabía de él.

Lo que Niall sabía era que Raven estaba atascada en su mente desde el primer momento y la anoche anterior, ambos bailando, o ella confesando su deseo de ser más de lo que la gente le pedía, o ella riendo de forma tonta por el alcohol en su torrente sanguíneo, lo hizo desearla como nunca había deseado a alguien.

Y no por cosa sexual, él quería ayudarla a salir de su caparazón, bajar al oscuro y profundo pozo en donde ella estaba escondida y mostrarle la luz para que saliera de ahí porque ella no merecía oscuridad.

Niall se levantó temprano, se preparó un sándwich y se vistió con un pantalón gris y una camisa blanca. Se peinó y salió del departamento. Raven caminaba rápidamente hacia las escaleras y él se acercó a ella.

-Hola- Niall tocó su hombro y ella dió un respingo. Tenía su cabello atado en una cola de caballo baja, jeans y un suéter color crema. No tenía una pizca de maquillaje y podía notar las sombras oscuras bajo sus ojos, se notaba cansada y Niall se preocupó. - ¿Estas bien?

-Debo irme- ella observó de reojo su departamento y bajo las escaleras rápidamente. Niall frunció el ceño y paso una mano por su nuca.

-Sigues siendo un idiota- Niall bufó.

Salió del edificio y se subió al auto. Tenía una reunión con sus compañeros para planificar el lugar y el inicio de la construcción de su nuevo local, lo cual mantendría su mente alejada de pensar en Raven.

Mientras tanto, Raven caminaba a la oficina de su jefe jugueteando con sus dedos, el suéter que llevaba puesto ocultando la marca de dedos que hoy habían tomado un tono verde enfermizo.

Meet me in the hallway |N.H| #PGP2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora