Diecisiete. De besos y accidentes

288 33 68
                                    



Radiante. Vibrante. Robaba el aliento. Días con cielos despejados, las copas de los árboles vibraban en color verde, los niños corrían detrás de los camiones de helados.

Era verano. Eran principios de agosto y Nueva York continuaba floreciendo, cada esquina era la cuna de la diversión para los que aún disfrutaban de vacaciones de verano.

Era felicidad para quienes aspiraban a algo nuevo.

El restaurante estaba tomando forma conforme pasaban las semanas, Niall respiraba de alivio cuando notaba que habían, por lo menos, levantado buenas y firmes paredes y lo que sería la azotea. Todavía lucía como un montón de tierra con una casa abandonada en medio de toda la belleza que rodeaba la ciudad, pero sabía que, como una buena flor en primavera, sus pétalos iban a terminar abriéndose mostrando su belleza inspiradora.

Habían pasado dos largos meses en dónde todo el trabajo que aún tenían por hacer los hacia sentir completamente exhaustos, pero a veces, Niall se sentía como cuando comenzó con su primer bar, con toda la esperanza y energía de crear algo que lo hiciera sentir orgulloso. Porque no había nada mejor que comenzar a crear algo, mirar todo el proceso con todo y los nervios y al final sentir que valió la pena todos los días de sudor y lágrimas.

Niall fue el único que había salido a hacer deligencias mientras Raven, Emily y Louis se quedaron pasando el rato.

Louis estaba haciendo un buen trabajo, siendo paciente e invitando a Emily a cenas o citas improvisadas, se sentía muy orgulloso de ver como siempre la hacia sonreír y ya no había tensión entre ellos.

Vieron películas y jugaron un par de juegos de mesa hasta que Raven sintió que era hora de salir a comprar cosas para volver a llenar la alacena y un par de snacks que eran sus favoritos.

- Voy de compras- Raven se levantó de un salto y evaluó a sus amigos. - ¿Quieren venir? - inmediatamente notó el intercambio de miradas entre Emily y Louis y asintió con una mirada sabía. - Tranquilos, entiendo las indirectas. Ya he sido candelabro por mucho rato.

- No eres un candelabro- dijo Emily.

- Si, gracias Rave- contestó Louis al mismo tiempo. Emily lo golpeó en el hombro.

- No tardaré- Louis hizo una mueca y Raven rió. - O quizás si- colocó la cartera sobre su hombro y agarró las llaves, les hizo un saludo militar. - Tengan cuidado- les guiño un ojo.

Apenas la puerta se cerró, Louis se acercó un poco más a Emily acortando un poco más los metros que los separaban en el sofá, rodeó sus hombros con su brazo y le sonrió de medio lado.

- ¿Recuerdas esa conversación de anoche?

- ¿La cual fue interrumpida por Niall? - Emily rió recordando como Niall abrió la puerta de su habitación repentinamente y se encontró cara a cara con sus amigos mientras ambos estaban ahí parados en el umbral susurrando cosas como siempre.

- Si- Louis suspiró con frustración.

- Louis no necesito un montón de flores y que escribas en el cielo que me quieres, eso lo sé- sus mejillas se volvieron rosadas.

- Hay muchas cosas que quiero hacer para ti, preciosa. Solo porque lo mereces, y muchas cosas no se comparan con todo lo maravilloso que realmente mereces.

- Y agradezco que quieras hacerlo. Pero no necesito nada material, Lou. Quiero tu honestidad y te quiero a ti- dijo. Louis le regaló una de esas sonrisas en dónde sus ojos se volvían arrugados en las esquinas y sus ojos azules brillaban como luces navideñas.

Meet me in the hallway |N.H| #PGP2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora