Luego de un día de películas y demasiada comida, Raven se sentía renovada.
Había sido diagnoticada con corazón roto y no había ningún remedio para ello, o eso pensó durante días, pero había alguien al otro lado del pasillo que encajaba perfectamente con la definición de "rayo de sol."
Si buscabas en el diccionario la definición de la palabra, probablemente te encontrarías con una foto de Niall sonriendo.
Era justo lo que ella necesitaba en ese momento, algo de luz entre sus pensamientos nublados.
Durante días pensó que no era suficiente.
Durante días pensó en lo hermosa y sexy que esa chica tenía que ser para llamar la atención de Jason y dejarla a ella a un lado.
Durante días se imaginó las veces que se habían acostado o cuántas veces la había besado y prometido la luna y las estrellas ignorando el hecho de que ya tenía a alguien en casa con quién había hecho todo ese proceso. Aún los pensamientos no se habían ido del todo.
Se había ido a la cama alrededor de las dos de la mañana, entre películas, chistes y videojuegos. Aún recordaba que había dormido en los brazos de Niall una vez y no quería repetir eso para evitar vergüenzas, así que apenas Niall comenzó a cabecear, lo envío a su habitación mientras le agradecía por haber pasado el día con ella. Recogió y limpió todo para luego meterse en su departamento.
Todo ser burlaba de ella. El clóset medio vacío, los platos y tazas de café que Jason había escogido, los productos de él que aún seguían en el baño. Su perfume en sus almohadas.
Cambio las sábanas colocando unas de terciopelo azul y color crema, camino al baño y desechó el líquido del shampoo masculino de él por el retrete, lanzó el pote con crema de afeitar en la cesta de la basura al igual que el perfume.
Eran pequeños pasos para olvidar, pero como Niall le dijo: todo saldría bien.
Durmió relativamente bien a diferencia de los días anteriores y se levantó para darse una ducha, se lavó el cabello, se depilo y luego se metió en una falda de mezclilla hasta la cintura con una blusa salmón con un par de botones, sin mangas, atada en la boca del estómago.
Se preparó una ensalada de frutas con algo de avena con miel y se sentó a desayunar en la tranquilidad del departamento.
Si lo consideraba, debido al comportamiento de Jason en los últimos meses, había pasado bastante tiempo a solas ahí, almorzando o cenando sola, esperando en su habitación hasta que él llegaba tropezando y pidiéndole que cuidara de su hombre. La soledad no iba a ser tan mala.
Ella encendió el Stereo en donde sonaba Michael Jackson cantando Beat it y eso la animó un poco. Estaba pensando en sí salir a dar una vuelta o preguntarle a Niall si haría algo cuando unos suaves toques la hicieron alzar la mirada.
- Voy- dijo mientras se acercaba a la puerta. En definitiva, no esperaba ver el rostro sonriente de Emily frente a ella.
- Nos vamos de compras- anunció antes de que Raven dijera otra palabra. Ella soltó una pequeña risa no había nada mas que hace y preferia salir a distraerse con su nueva amiga, corrió por su cartera, se ajustó sus converse y salió del departamento cerrando bien la puerta.
Emily tenía una camiseta roja con un pantalón negro de cuero a la altura de la cintura y zapatillas, su cabello estaba en un moño semi recogido dejando sus ondas caer en su espalda.
Emily media un metro setenta, unos centímetros más que Raven.
- ¿Por qué vamos de compras? - ambas camiban por las movidas calles del vecindario con el sol escondiéndose detrás de un par de nubes para luego volver a asomarse.
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Meet me in the hallway |N.H| #PGP2021
FanfictionTERMINADA (Historia ganadora a la categoría mas votada en Fanfiction Premios Gemas Pérdidas 2020) Los Ángeles, 1990. Niall solo la ve en el pasillo de su edificio todos los días. Ella estaba robando su corazón sin querer. Raven vive un cuento de amo...