Veinticuatro. Puedes ser tú mismo

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Podías sentir nuevas energías alrededor de Niall y Raven.

A veces, cualquier persona podría pasar por su lado e imaginar que eran una nueva pareja por el brillo en sus ojos, las miradas furtivas y las sonrisas con mejillas sonrojadas. Otros podrían decir que tenían muchos años juntos, por la seguridad con la que caminaban tomados de la mano por el parque, por la forma en que hablaban sobre cualquier cosa como si se conocieran desde siempre.

Era nuevo para Niall, quién había pasado por una relación en dónde había dado demasiado y nunca recibió el mismo amor de vuelta.

Era nuevo para Raven, quién estaba acostumbrada a estar en el mismo sitio porque era lo único que conocía, era terreno seguro y no quería salir de esa zona de confort.

Ahora, ambos caminando tomados de la mano cuando el reloj estaba a punto de marcar las doce, no sentían la necesidad de correr, de huir del palacio porque el hechizo terminaría y todo volvería a ser como antes. De regreso a los malos tiempos.

- ¿Cómo fue tu primera cita? - pregunto Niall- ¿Fue con Jason?

- Si, éramos muy chicos, así que fuimos a McDonald's y a ver algunas películas. Fue bastante genial de hecho, en ese tiempo sentía que cualquier cosa que viniera de él era increíble.

- Es la forma en que debe de ser- Niall se encogió de hombros, pero luego lo pensó mejor. - A veces, ¿sabes? No podemos simplemente conformarnos con cualquier cosa porque venga de alguien que queremos. Y con eso me refiero a todo lo que pasaste.

- Lo sé ahora- ella asintió y recargó su cabeza en su hombro. Niall se detuvo y colocó una mano en su rostro para que lo evaluará. Ya no había rastro de labial, y quizás era por su culpa, o quizás no.

- Desde el momento en el que te vi supe que cambiarías mi vida. Desde intentar tener una amistad contigo, hasta solo ser el vecino raro que no deja de mirarte- ambos rieron. - Me haces muy feliz desde antes que aceptaras estar conmigo.

Raven recargó su rostro en la palma de su mano y sonrió, alzó su mano para colocarla en el rostro de Niall. Había una suave brisa que alborotaba los mechones rebeldes de su cabello; almendra y nuez jugueteando contra el viento. Ella se encargó de colocarlos en su lugar, su corazón derritiéndose un poco cuando Niall cerró los ojos.

- Y tú me haces feliz a mí- susurró. Niall suspiró y luego abrió los ojos mirándola con agradecimiento. - Gracias por esta noche.

- Gracias a ti, ángel- le guiñó un ojo. - Es hora de llevar a la dama a casa- mencionó con un terrible acento. Raven sonrió y tomó el brazo que el le estaba tendiendo para dirigirse al auto.

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Iba a ser escandaloso si alguien salía de algún departamento o simplemente pasaba y los miraba. Eran solo dos jóvenes disfrutando un gran día, pero cualquiera lo vería como algo ilegal, irrespetuoso.

Raven tenía la espalda contra la pared, justo al lado de la puerta de su departamento. Niall tenía sus manos a sus costados mientras la besaba.

Las manos de Raven estaban en el cuello de él y a veces sus dedos viajaban hasta su cabello para juguetear con el.

A Niall se le había hecho casi imposible apartar sus labios de ella.

Raven era un dulce manjar, el anhelado dulce después de un día estresante que apaciguaba todo lo malo del día y te lo volvía un poco más dulce.

- En la puerta de su casa, señorita- Niall tenía su frente recargada con la de ella y sonreía de lado, sintiéndose extasiado.

- Gracias por está noche- ella jugueteo con una pelusa imaginaria del saco de Niall.

Meet me in the hallway |N.H| #PGP2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora