13. Shrek (p.2)

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- ¡ALBA RECHE!- vociferó su hija desde la sala, informándole ya a la rubia que la niña estaba enfadada. Hacía poco más de un año que tanto Oliva como Ander llamaban a Alba en por su nombre cuando se enfadaban. Copiandolo de la misma Alba que les llamaba por el nombre completo las pocas veces en las que perdía la paciencia.

vio esos rizos castaños descontrolados que no terminaban de cubrir un ceño fruncido y un pijama de lunares morados que no le otorgaban demasiada seriedad a su semblante enfadado que intentaba acentuar cruzando los brazos sin soltar el mando de la televisión en una mano.

Ander estaba Junto a ella con un pijama idéntico al de la niña, con la boca torcida y los brazos en jarra, negando con la cabeza y haciendo bailar sus cabellos dorados.

- ¿has visto Shrek sin nosotros?- dijo la niña con severidad.

Alba levantó las cejas y se maldijo por haber olvidado quitar el CD.

Era una especia de regla no escrita en la casa. Y de hecho, casi nunca la rompía.

- sí, la he visto anoche. -no le quedó otra que asumir lo que hizo- Si queréis la vemos esta noche otra vez ¿os parece bien?

- ¿cuál? -habló Ander. Ninguno había quitado el semblante serio.

Aquello era un regateo y ese dúo era experto en ello.

- la que queráis.

se miraron entre sí y asintieron al mismo tiempo sin dejar de mirarse.

- ¿con palomitas?- el niño no daba el brazo a torcer.

- saladas y con mantequilla.- levantó las cejas con chulería, la madre que conocía  a la perfección los puntos frágiles de sus expertos negociantes.

Volvieron a mirarse con sonrisitas cómplices.

- entonces sí- dijo Olivia y cerraron trato.

...

Definitivamente no era su día.

Llevaba menos de medio día con esa mierda en la muñeca y ya quería arrancarse el brazo.

sabía que en un tiempo se reiría de lo patética que fue al caer del techo de la furgo. Pero ahora su mente iba a a mil y no de forma buena precisamente. Porque ahora que ya había pasado, que había superado el lío de hospitales, exámenes y escayolas; ahora podía pensar y tal vez no era lo que mejor el venía en ese momento.

El sonido del móvil la sobresaltó, no esperaba llamadas. Nunca las esperaba.

El nombre de su mejor amiga aprecio en la pantalla. No estaba muy preparada para hablar del tema con ella, en general todas las perso as de su entorno tendían a preocuparse en demasía en lo que a caídas se refería, cosa que Natalia comprendía perfectamente, cosa que entendía perfectamente, pero ahora no se sentía preparada para calmar a su amiga mientras probablemente entraba en pánico, pero necesitaba escucharla.

Igual si evadía el tema...

- holii -preocuró sonar alegre

- ¡pero si estás viva! acha, que si no llamo yo, tú no llamas.

- jo, lo siento. He estado un poco ocupada.

- ¿qué es eso que te ha mantenido taaaan ocupada? Una tía, ¿a que sí?

- nada en concreto, yo... he estado arreglando la furgo, trabajando un poco, ya sabes...

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