fight for me│𝘁𝗮𝗲𝘁𝗲𝗻

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Mending Bonds

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Taeyong estaba sentado en su sillón, mirando fijamente la pantalla negra del televisor. Kun le había dicho que hiciera que Ten se volviera a mudar con él, y Taeyong había pasado toda la noche preguntándose cómo. Y todavía no tenía idea de cómo hacer que Ten se mudara de nuevo con él.

Ahora que Ten sabía que Taeyong había estado con alguien más, se sentía peor de lo que se había sentido cuando se despertó en la cama de la chica. En ese momento, parecía imposible que Ten lo perdonara. Por alguna razón —al menos después de lo que Kun le había dicho— ambos lo consideraban como ser infiel.

Y ahora que Ten quería huir... Taeyong se odiaba un poco. Había hecho que Ten quisiera huir. Pero principalmente porque sabía que el plan de Taeil era la mejor opción... y aún así no quería dejar ir a Ten. Era egoísta, pero quería a Ten con él.

La idea de Ten desapareciendo de su vida, lo impulsó a entrar en acción y se levantó, determinado en hacer algo. Miró alrededor del apartamento con esperanza de encontrar inspiración y tuvo una idea. Podía empezar haciendo el apartamento más apto para Ten.

Sin saber cuánto tiempo tenía, rápidamente se preparó para salir y llamó a Kun para que le prestara el carro. Tenía trabajo por otro par de horas y no lo necesitaba durante ese tiempo.

Taeyong realmente no tenía un plan además de manejar para ver si la inspiración lo atacaba de nuevo. Su primera parada fue en un supermercado donde se abasteció de dulces y otra comida chatarra, recordando que Ten le había dicho que era algo que no había comido mucho cuando estaba más joven.

La segunda parada fue en una tienda de mascotas. A pesar de que ya les habían proporcionado las cosas necesarias para el gato, Taeyong estaba seguro de que había algo que podría comprar que no tuviera ya. Ten amaba al gato, así que asegurarse de que estaba consentido, seguramente lo ablandaría. Taeyong tendría que intentarlo y odiarlo en silencio.

Después de la tienda de mascotas, a Taeyong no se le ocurría nada más y todavía sentía que algo le faltaba. Luego recordó la esquina en su sala de estar en la que Ten se había sentado un par de veces, como si fuera su espacio, y Taeyong rápidamente se dirigió a la tienda de diseño de interiores más cercana. Allí compró una silla bean bag y un montón de sábanas y almohadas, recordando una segunda carga para el sillón en el que Ten dormía para hacerlo más cómodo. También agarró unas lucecitas, pensando en que a Ten le gustaría.

Estaba tan dominado...

En su camino de vuelta pasó por una florería y antes de que pudiera pensarlo, se detuvo. Se encogió ligeramente ante el abrumador aroma de las flores que lo golpeó cuando entró, sintiéndose de repente fuera de lugar. Está sería la primera vez y con suerte la última vez que visitaría una florería.

—Hola, ¿En qué puedo ayudarte? —preguntó una chica demasiado alegre, le sonreía ampliamente a Taeyong desde detrás del mostrador.

Buena pregunta, ¿Qué comprabas para algo así? Algo que dijera, "Hey, lo siento, he sido un gran idiota y pude haber intentado matarte accidentalmente. Aunque espero que te mudes de nuevo conmigo".

—Solo algo para una disculpa. —gruñó, realmente solo quería largarse de ahí.

—Ah, para suavizar a la señora, ¿Eh? —sonrió y empezó a moverse hacia otra parte de la tienda, Taeyong la siguió lentamente.

—Algo así.

—¿Algo que a ella le guste? —preguntó, cuando se detuvieron frente a una gran exhibición de flores.