1. Hubiera

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N/A: Holaaaaa.... Bueno antes de que empiecen a leer la historia recuerden que este es el segundo libro. El primer libro es "Un Simple Error" que está en mi perfil por si no lo has leído.

En esta historia se rebelarán secretos y escenas que no se completaron o no se vieron en el anterior libro y será narrado (en su mayoría) por el querido "Crush" de Emma Betancourt también les quería agradecer el apoyo que ha recibido el primer libro muchas gracias por leer mi historia y seguir aquí. Ahora sí, vayan a leer.

P.D: Les recomiendo leer el capítulo con la canción de arriba para que entiendan mejor el capítulo.

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Dicen que el tiempo lo cura todo, vaya mentira de mierda. Si fuera así, yo sería el más feliz en estos momentos, debería de estar nadando y emborrachando al cumpleañero como todos los demás, pero no. Mírenme aquí, sentado en la orilla del puente de madera solamente con los pies metidos en el agua del lago y a mi lado me acompaña un vaso repleto con tequila del más fuerte que compramos para la ocasión. Se supone que este viaje era para darnos un respiro de todo el estrés de la universidad, pero no es un descanso para mí del todo, solo hay una cosa que pasa por mi mente a cada trago que doy mirando hacia la nada. Si me pidieran la definición de perfección, definitivamente diría su nombre.

Hace un par de días se cumplieron dos años de no estar con ella. Dos malditos años que cometí mi estupidez, todo por culpa del miedo. No hay ninguna noche que no piense en esos ojos, esos ojos marrones que me cautivaron desde el primer momento que la vi. Respiré hondo antes de llevar el vaso de tequila a mis labios y darle un gran trago, el tequila quemaba un poco al pasar por mi garganta, pero ya no importa, es más el vació que siento en el pecho al recordarla.

Eres un idiota.

Me repito cada maldita noche al recordar ese día, todo fue muy rápido. Un día estaba festejando como estúpido porque por fin había besado a la chica que me gustaba y al día siguiente estaba en el asiento de copiloto en el auto de Héctor camino a la universidad viendo por la ventana con los ojos cristalinos y con el celular en la mano apretándolo con fuerza mientras repetía una y otra vez: «Es lo mejor».

Lo mejor era haberle dicho que me iba a ir ya a la universidad, si le hubiera dicho eso lo hubiera entendido, ella me hubiera esperado como lo prometió aquel día en el parque de diversiones abandonado donde nos dimos nuestro primer beso. Como hubiera deseado no llegar a casa ese jodido día, como hubiera deseado que no me abrumara el miedo.

Tomé de nuevo el vaso para darle un sorbo al líquido que espero y me deje sin poder razonar, porque obviamente pienso estando ebrio, solo una cosa no puede dejar de pensar mi cerebro estando ebrio o sobrio. No puedo dejar de pensar en aquella chica de cabello castaño que siempre la veía peinada con una coleta alta al pasar por los pasillos de la secundaria. Esos ojos que expresaban todo lo que sentía. Esas cejas que siempre se juntaban cuando no comprendía algo. Esas mejillas que se teñían de rojo cuando le decía un cumplido y que incluso se enrojecían cuando estaba molesta y obviamente esos labios que daría todo por volver a rozar con los míos, aún recuerdo el sabor de sus dulces labios: Frutos rojos. Una sonrisa triste adorna mi rostro, incliné el vaso para que el líquido llegara a mi boca, pero ya no había nada, me lo he tomado todo. No me sorprende. Cada vez que pienso en ella todo desaparece y me pierdo completamente pensando en ella, recordando hasta la cosa más mínima como ese lunar que tenía en la punta de la oreja derecha.

Solté un suspiro antes de levantarme de la orilla del puente para caminar hacia la mesa que estaba en el césped a unos cuantos metros de distancia del lago, miré como Sam hacía que Adam alzara la cabeza y le empinó la botella de vodka mientras que Pablo los animaba, meneé la cabeza divertido al ver a ese trío de idiotas. No creo que puedan salir de ese lago caminando y mucho menos nadando, miré como Ander estaba bailando un poco mientras cambiaba la música que teníamos puesta, pero yo estaba tan sumido en mis pensamientos como para escuchar la música desde el puente, con un poco de cansancio caminé hasta la mesa, puse el vaso en la mesa y abrí la botella de tequila para volver después a mi lugar desolado y seguirme lamentando como estúpido.

Mi Estúpido ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora