4. Una Vez Jugué A Ser Pendejo Y Así Me Quedé

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Diamond City, marzo 2015.

¿Suegro? ¿En serio dije suegro?

Joder, que sí. Dijiste suegro. ¿Podrías superarlo? Ya llevas un mes y un día con eso. Ya me harté de ti, tlacuache.

No te preocupes no eres al único que he hartado, hasta yo me he hartado de mí, compadre.

Llevé mi mano al interior de la bolsa de mi pantalón y busqué el botón del volumen de mi celular para subirle a Voodoo Doll de 5 Seconds Of Summer, hoy no me apetecía escuchar a nadie más que las canciones a todo volumen. No dormí absolutamente nada, gracias familia, son un maldito amor. No sabía cómo me encontraba, ni siquiera me miré en el espejo hoy, solo hice las cosas de manera automática, ni siquiera estoy seguro si me puse de manera correcta la camiseta, o al menos que me haya puesto la camiseta.

...I don't even like you...

...Why'd you want to go and make me feel this way?......I don't understand what's happened......I keep saying things I never say...

Vaya, creo que hasta mi PlayList sabe cosas, aquellas líneas tenían razón. Ni siquiera me gusta la chiquilla, pero me hace decir y hacer cosas que nunca en mi vida pensé hacer por alguien. Con tan solo arriesgar mi estancia en Domas, habla mucho de las babosadas que he hecho por ella... bueno, no por ella, sino que para saber de ella. Y resulta que la chiquilla esa es hija del director.

...Tell me where you're hiding your voodoo doll 'cause I can't control myself...

...I don't wanna stay, wanna run away but I'm trapped under your spell......And it hurts in my head and my heart and my chest......And I'm having trouble catching my breath...

Había frases de la canción que parecían quedar con mi situación, pero hubo otras que no, por ejemplo. Dudo mucho que la chiquilla tenga un muñeco voodo de mí, si ni siquiera me ha visto ni una sola vez, parezco ser un chico invisible para ella. Respeto que le encante leer, pero a veces si me dan ganas de arrancarle el libro de las manos y decirle que me mire. He estado meses tratando de captar su atención, pero no he logrado nada. He pensado en rendirme, pero jamás lo he hecho en mi vida, todo lo que quiero lo consigo, tarde o temprano. Quiero pensar que esta ocasión no será la excepción, pero me lo está poniendo muy difícil.

Con la poca energía que tenía en mi ser abrí la puerta de la entrada para poder pasar, bufé en cansancio al ver los abandonados pasillos del edificio. El silencio era lo único que había de compañía, nunca me ha gustado el silencio, se me hace muy incómodo y estresante. Lo odio. Al igual que odio a mi familia en estos momentos, en serio. Se pasaron, no dejaron que durmiera absolutamente nada, de seguro parezco mapache por las ojeras tan marcadas que he de traer. Al llegar a mi casillero suspiré.

Odio la vida.

Odio el colegio.

Odio a todo ser que se mueva y tenga vida.

Creo que se nota mucho mi falta de sueño. Cuando no duermo bien tengo un humor que ni yo solo me aguanto, si hubiera sabido de la reunión de mi familia ayer, no hubiera ido a esas dos fiestas el viernes y el sábado. El golpe seco de mi frente impactada contra la puerta de mi casillero se escuchó por todo el pasillo. No puedo con mi alma. Cerré por un momento mis ojos escuchando la música que tenía reproduciendo en mi celular antes de detener todo y guardarlo de igual manera como lo quería hacer con mis ganas de ahorcar a todo lo que tuviera cerca.

Juro por mi madre que, si Héctor me molesta hoy, le meteré un puñetazo que le va a devolver los recuerdos desde que nació. Mi mejor amigo no ha parado de insistir con que esté con Irina, no sé qué demonios le pasa, antes se la pasaba diciéndome cosas como;

Mi Estúpido ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora