Mi Estúpido Error

8. Operación: Entrar Al Baile De Manera Sigilosa Sin Morir En El Intento

Tomé la botella de agua que tenía a mi lado y le di un sorbo a la vez que seguía viendo la pantalla de mi celular encendida. ¿La busco o no la busco? Me he preguntado eso en los diez minutos que he estado desocupado. Ayer no tuve tiempo de buscarla porque me mantuve ayudando a mi padre, luego haciendo la cena con mi madre, luego fui a molestar a Ariadna que me terminó maquillando como zombi, después hice los deberes que tenia del colegio y luego me puse a jugar un rato hasta que me quedé dormido en la silla. Amanecí con dolor en el cuello.

Alcé la vista unos segundos cuando escuché la bulla de Héctor al anotar una canasta ganándole a Adam, solo meneé la cabeza antes de bajar de nuevo la mirada hacia mi celular. Aún sigo enojado con él por lo de su estúpida broma, si no fuera por su broa ahora estaría con una Ariadna y Rebeca encima de mí diciéndome como arreglarme. Una sonrisa se formó en mis labios al imaginarme como estaría mi mamá presionándome por comprar una hermosa rosa para Emma que la usaría en la muñeca toda la noche.

Una ligera mueca se formó en mi boca al recordar que yo no soy su pareja y que ella de seguro ya tiene con quien ir, por primera vez hubiera querido que Vetter esté con ella, pero él ya tenía pareja, o al menos los berrinches de Héctor por saber que Wendy iría al baile con Vetter me lo había asegurado. Unas palmadas en mi espalda me hicieron salir de mi mente, una pequeña sonrisa se formó al ver a Adam sonriente y un poco sudado por el ejercicio.

—¿Por qué esa cara tan larga, hermano?

Me preguntó Adam sentándose a mi lado, yo solo meneé la cabeza a la vez que me estiraba, había pasado mucho tiempo en una mala postura.

—No es nada, solo pensaba en la universidad.

Me excusé dejando un momento mi celular en la banca mientras volvía a tomar la botella de agua para darle un trago y cerrarla correctamente, no quería que luego el idiota de Héctor tirara mi botella como lo hizo con la de uno de sus otros amigos.

—No sabía que la universidad se llamaba SandBemma.

La pequeña risa y el comentario de Adam me hizo girar la cabeza de golpe, sentí que la saliva se me atoró cuando le vi con la hoja donde tenía sus redes sociales en la mano.

—Adam yo...

—¿Por qué no la has buscado? —preguntó el rubio interrumpiéndome—. Deberías de buscarla.

Solté aire a la vez que mi amigo me pasa el celular con la hoja de libreta. Hice una mueca en cuanto tuve las dos cosas y las dejé en mis muslos.

—Lo más seguro es que no tome el celular, debe de estar ocupada en arreglarse para el baile —le expliqué.

Adam juntó sus cejas—. Pero si son las dos de la tarde, es demasiado temprano para que se arregle, el baile es hasta las ocho de la noche.

No pude evitar rodear los ojos al escuchar su comentario.

—Las dos de la tarde es un horario perfecto para que ellas se arreglen sin apuro.

Comenté, pero Adam no dejaba de verme con las cejas juntas, puse los ojos en blanco con evidente fastidio al saber que deberé de explicarle ese largo proceso de las chicas arreglándose hasta para una cita casual con la persona que les gusta.

—Mira Adam déjame te explico lo que hacen las chicas o en su mayoría cuando van a salir con alguien —suspiré—. A las chicas les gusta verse bien a pesar de que ya se ven de esa manera, aclaro que no todo el tiempo se arreglan, porque a veces les da pereza o porque simplemente no quieren —agregué.

»Las chicas tienen que hacer todo esto, o algunas cosas de las que te voy a decir. Se tienen que bañar, ponle que si mucho tardan una hora si no es un baño relajante. Se deben secar el cabello si es que tienen pensado arreglarlo, más lo que tardan en arreglárselo, supongamos que si mucho duran dos horas en arreglarse el cabello. Todavía deben de buscar que se van a poner y créeme —cerré los ojos y respiré profundamente al recordar las veces que lo ha hecho mi hermana.