Alerta Empollona

5. Osito azul

—Arriba esas piernas pequeñas vacas torpes.

Kristen.

Estábamos en clase de educación física.

Kristen.

Solo tenía un objetivo ahora, mi futura dependía de esa palabra que no se iba de mi cabeza: Kristen.

Toda la clase corría dando vueltas al campo con cara de zombie. La charla motivacional de la mañana no había servido mucho más que para echar una siesta. Sobretodo yo y mis amigos. Después de esa discusión entre Alex y Jack que yo no terminé de entender estuvimos hablando sobre nuestro futuro durante un buen rato. Era muy extraño, no éramos del tipo de amigos que hablaban de esas cosas, pero supongo que nos hacíamos mayores.

Igualmente era bueno saber que podías hablar de temas más o menos serios con ellos.

—Sois tan vagos que tendríais un billete de 250 euros delante y ni lo cogeríais.

—Pero señor, no existen los...—Kristen se hizo un hueco en la multitud que estaban haciendo estiramientos en círculo para calentar.

—Cállese y suba más las piernas señorita Stewart—interrumpió el señor Thomas.

El señor Thomas era un cincuentón todo músculo y casi nada cerebro. Y sí, también era el entrenador del equipo.

—A ver... pónganse todos los chicos que sepan jugar a fútbol en fila y elijan a una chica para hacer pases con ella—anunció y yo de repente sonreí—Y en cuanto a los chicos que no sepan que se pongan aquí al lado que yo les enseñaré junto a las chicas sobrantes—un chico con un chándal negro y sonrisa pícara hizo una mueca—El capitán (o sea yo) elige a su chico primera—sí, como ya debéis notar, educación física era la única asignatura donde podía subir mi media—Elija señor Till.

"Tallarín"

Oí murmurar a mis amigos mientras se echaban unas risas. Malditos hijos de perra.

—Mmm.. es complicado elegir—hice un silencio—Todas son preciosas—las chicas hicieron "OH" y se sonrojaron, bueno todas menos Kristen y otras dos chicas—Pero elijo a Kristen—escuché un "Oh mierda" de su boca.

Todos los chicos terminaron de elegir a sus chicas.

 Manu eligió a Mel, Jack a la rubia que se llevó el día de la fiesta, Álex a la pelirroja (mirando a Jack y a la rubia con mueca de asco) y Héctor y Víctor eligieron a dos animadoras.

El chico de negro de la sonrisa pícara junto a dos frikies y unas chicas se fueron con el entrenador Thomas.

De repente, una pelota impactó en mi antebrazo.

—Eres buena—la miré—Tienes buena puntería—confesé.

—No mucha—frunció el ceño— Esa pelota debería haberte dado en la cara—solté una carcajada.

—Yo mejoro tu puntería a cambio de que me ayu.. 

—NO—gritó—¿es que eres idiota? Bueno espera, no contestes a eso—mis amigos se rieron.

—¿Tiene carácter eh? —me susurró Jack, mientras se ponía alrededor de la rubia para enseñarle a "jugar al fútbol". Pero eso parecía otra cosa.

Álex chutó una pelota que impactó justamente en la entrepierna de Jack.

—Tienes que enseñarme a hacer eso—Kristen lo miró con una sonrisa.

—Creo que mejor no, no fuera que te diera por practicar conmigo—Álex y Kristen se empezaron a reír.

Eso era RARO.

¿Desde cuándo eran amigos?

Estaba distraído y no me fijé que Jack se estaba retorciendo de dolor en el suelo. Pobrecito. Pero seguro que Álex tenía motivos.

Kristen y Álex seguían hablando animadamente mientras se reían. No pude evitar gruñir.

—Tú y yo ahora—cogí a Kristen por el brazo mientras me la llevaba lejos de Álex.

—¿Qué haces? —espetó bruscamente.

—Necesito tu ayuda.

—Por 1.573.684'64 vez, NO—me miró intensamente, sin expresión en su rostro.

—Quiero saber por qué no, haré lo que sea—me tensé—menos sexo—agitó la cabeza en señal de desaprobación—eso ni loco—sonreí.

—Porque N-O—su mirada estaba fija en mis ojos.

—No me vale un "no" —la empujé bruscamente hacia la pared de las gradas—escúchame, he intentado ser amable contigo pero esto ya se ha terminado—bufé haciendo una pausa, ella temblaba pero su miraba transmitía confianza en ella misma—tengo que entrar en la universidad de tu padre tanto si te gusta como si no—la cogí de las muñecas y se las levanté a la altura de la cabeza, haciendo fuerza brusca contra la pared a la vez en que me acercaba más a ella— y tú.. — me acerqué a su oreja— tú me vas a ayudar— susurré.

—No—asintió levemente sin alzar la voz.

Subió la mirada y sus ojos azules se encontraron con los míos.

—He dicho no—repitió soltándose de mis manos—hace una semana ni sabías de mi existencia, piensas que me paso el tiempo libre en la biblioteca y que no tengo amigos.

—¿A caso no es así? —enarqué las cejas.

—No, no lo es—me miró seriamente— y en cuanto a ti— hizo una pausa — tú solo funcionas con público delante—esas palabras me confundieron—como una marioneta—aclaró.

—Lo había entendido—me burlé.

—Por si acaso—se giró y volvió al campo, donde seguro que el señor Thomas se preguntaba dónde estaríamos.

Se escapaba.

Se escapaba Kristen y con ella todas mis últimas oportunidades.

Y entonces recordé, la recordé. Me acordé de todo.

Diario de Lucas,

Sí, tenía un diario, no me matéis. ERA PEQUEÑO ¿VALE?

Hoy hemos empezado el segundo curso de primaria. La señorita nos ha hecho hacer una carta contando una cosa íntima. 

Kristen, la chica rubia, nos ha contado que siempre lleva encima un osito de peluche de color azul escondido en los bolsillos. 

Todos nos hemos quedado muy sorprendidos porque es imposible que un osito de peluche quepa en los bolsillos. Luego ella puso su mano en los bolsillos y sacó un osito azul, lo suficientemente pequeño como para caber en sus amplios bolsillos. Todo el mundo se rió. 

Víctor, David y Héctor han contado...

Espera ¿he dicho David? Ese es mi acosador.

Moví la cabeza para dejar de pensar en esa idea.

—Hagamos un trato—Kristen se detuvo mirándome con cara curiosa, esa era mi última esperanza.

—Habla—agitó su cabello para hacerse una cola.

Avancé a gran velocidad y metí mis manos en su bolsillo.

Y para mi sorpresa, el oso seguía allí. Kristen me miró furiosa.

—Me ayudas o te quedas sin oso—sonreí.

—Era de mi abuela—apretó los dientes.

—O me ayudas o tu abuela se va a enfadar—reí.

—Está muerta pedazo de idiota.

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Frase célebre: "Do you ever wonder if the stars shine out for you?"