26. Mi cara en su culo

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—Kristen si quieres que salga un pastel de esto tienes que poner más ganas removiéndolo—mi madre se quejaba mientras encendía el horno.

Malditos pasteles

Cogí la cuchara y empecé a removerlo otra vez.

*Bzz bzz*

Sonreí.

Aun sin mirar el móvil sabía que era un mensaje de Dan.

Mi Dan.

Me quité el delantal para abrir el mensaje.

—¿Qué haces jovencita? —mi madre me gritó mientras sujetaba la bandeja del pastel—Le has prometido a tu madre que terminarías el pastel con ella—su cara de enfadada pasó a ser una cara de cachorrito para intentar dar pena.

Desbloqueé la pantalla.

@Dan Oscar Wilde es uno de los mejores escritores que han existido.

Sonreí.

Amaba que empezara nuestras conversaciones así. No era un simple "Hola, ¿qué tal?", era mucho más que eso.

—¿Estás enferma? —mi madre me puso la mano en la frente—Sonríes demasiado para ser tú—reí ante su respuesta.

Volví a ponerme el delantal y a coger la cuchara.

Hoy era día de cocinar con mi madre y aunque se me diera de pena me encantaba estar con ella.

Le ponía tanto esfuerzo.

Le encantaba hacer mil detalles decorativos en los pasteles.

Eso me encantaba de ella.

—Creo que ya está—afirmé—Lo voy a poner en el horno—cogí las manoplas y puse el pastel en el horno—Mientras se hace voy a ir a cambiarme y a preparar los libros—.

—¿Esta tarde sales? Pero si hoy es sábado familiar, o como a mi me gusta llamarlo, madreliar—sonrió victoriosa.

—Voy a casa de Lucas a estudiar—salí de la cocina y subí las escaleras.

—Sus abdominales tienen que ser muy bonitas para que te saltes nuestro sábado madreliar—gritó desde abajo.

Reí.

Había mil cosas que me gustaban más que los sábados con mi madre: leer un buen libro, escribir, quedar con mis amigos etc. Pero sabía que a ella le hacía mucha ilusión así que siempre intentaba estar con ella el máximo tiempo posible pero los trimestrales se acercaban y aún tenía mi pacto de estudio con Lucas.

*Bzz bzz*

Abrí mi móvil.

@Dan ¿Haces algo esta tarde o mañana?

Reí nerviosa.

@Kristen Creí que tenías exámenes.

Bloqueé el móvil y empecé a ordenar los libros en mi mochila y a preguntarme qué cuadernos utilizaríamos esta tarde.

*Bzz bzz*

Cogí el cuaderno de inglés y lo puse dentro de la mochila.

Ya iba siendo hora que Lucas y yo estudiáramos un poco de inglés.

La pantalla de mi móvil volvía a estar iluminada.

1 mensaje nuevo de 1 conversación

@Dan Haré una excepción, pero solo porque eres tú.

Sonreí.

¡MALDITO!

¿Por qué me hacía sonreír tanto?

*Bzz bzz* *Bzz bzz* *Bzz bzz*

Vale Dan esto ya se está volviendo un poco siniestro. No es normal que un chico al que acabo de conocer me envíe tantos mensajes.

Miré la pantalla de mi móvil.

"Llamada entrante de Lucas"

Me quedé muy confusa ante esa llamada y descolgué el teléfono.

—¿Por qué me llamas? —respondí bruscamente, un poco decepcionada que no fuera Dan.

—"Hola Lucas yo también me alegro de que me llames" —dijo con una voz de niña insoportable de 7 años.

Suspiré.

¿Por qué tenía que aguantar esto? Con lo feliz que sería yo pasando toda la tarde del sábado con mis libros.

—Al grano—contesté.

—Sólo quería saber si Alicia se había perdido en el país de las maravillas—era idiota pero aun así me reí—¿Quiere Alicia que la vaya a buscar a su casa? —.

Alicia lo que quiere es que la dejes en paz.

—No hace falta, ya estoy llegando—dije mientras recogía los libros a toda prisa y bajaba por las escaleras.

Colgué el teléfono y cogí las llaves.

Fui a la cocina y le di un beso en la mejilla a mi madre.

—Si vuelves temprano igual aún queda pastel—reí y le dije adiós con la mano.

Por fin había salido de casa. Ahora solo tenía que ir corriendo a casa de Lucas para no llegar tarde.

—¿Sabes que eres una horrible mentirosa? —di un pequeño salto del susto.

Lucas estaba delante de mi casa con una bicicleta de color azul como sus ojos.

Llevaba unos tejanos y una camiseta a cuadros.

—Espero que tu intención no sea que tú, yo y mi enorme mochila nos montemos allí—señalé su bicicleta.

—Esa es exactamente—se despeinó un poco el pelo y me dedicó una de sus miradas seductoras—Y ahora vamos a saltarnos la parte en la cual tú te quejas todo el rato hasta que yo te ato en la bici y te obligo a ir conmigo—palpó el sillín de la bicicleta.

Estaba tan cansada de sus juegos que tan solo acepté.

ESPERA UN MOMENTO

Si sólo había un sitio dónde sentarse eso significaba que él iba a ir de pie.

Y eso significaba que...

IBA A TENER SU CULO EN MI CARA TODO EL RATO

—Lucas, ¿dónde me puedo sujetar? No quiero caerme—pregunté asustada de la respuesta.

En el culo no por favor, en el culo no.

O sí...

Kristen deja de mirarle el culo

Kristen deja de preguntarte porque cada parte de su cuerpo es tan perfecta.

Mierda, esto es culpa de David y sus malditas conversaciones de lo sexy que es Lucas.

—Puedes sujetarte detrás pero con esa enorme mochila va a ser un poco complicado—rio—A malas puedes sujetarte a mí—eso significaba tocar su culo—Tranquila, ahora tengo novia. No me importa que te agarres a mí—.

¿Lucas tiene novia?

Una parte de mí se sintió decepcionada, pero otra parte de mí decía "te lo dije, él nunca se fijaría en ti".

De repente, Lucas empezó a pedalear.

Me asusté y me agarré a su cuerpo, pegando mi cara a su culo.

Justo igual que en las películas románticas

Alerta EmpollonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora