6. Beso

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—¡Hay cupcakes! — La alegría de Mel sonaba por toda la cafetería.

Todo el mundo la miraba pero eso a ella no le importaba, no tenía nada de lo que avergonzarse.

Mierda Lucas, ¿acaso quieres morir? No la mires. No la mires.

Mel se agachó en busca de algo que se le había caído...

Tío, concéntrate. No es su culo lo que tienes en tus narices, es solo una visión, una fantástica visión.

—Tallarín, ¿qué mirabas con esa cara? —la mano de Manu en mi espalda me asustó y aún lo hizo más cuando recordé porqué tenía esa cara.

Rápidamente me giré interponiéndome entre el culo de Mel y él, porque si veía el motivo de la baba que había en mi barbilla, me mataría. Muy cruelmente.

—Enserio Tallarín, como no dejes de bailar a lo egipcio de una vez voy a considerar lo de tu homosexualidad— sí, lo siento, pero fue lo único que se me ocurrió para distraer a Manu— Ya basta tío, enserio, la gente nos mira raro.

Los dos nos reímos a carcajadas y nos abrazamos.

—Vale esto sí que es gay— dije mientras reíamos otra vez.

Héctor, Víctor y Jack se unieron a nosotros mientras saludábamos a las chicas.

—¿Y Álex? — Mel preguntó, todos nos encogimos de hombros.

—Ya sabes, nunca sabes dónde está—Mel me sonrió—probablemente se esté tirando a una en el armario de la limpieza—la rubia y la pelirroja se miraron.

—¡Mel! Hay cupcakes!!!! — Sara vino saltando feliz, bueno, por lo menos hasta que me vio—ah, tú estás aquí.

¿Cómo qué si yo estaba aquí? Claro que estaba aquí. ¿Dónde iba a estar? Me reí.

Estas mujeres de hoy en día.

—Vámonos chicas—Mel ordenó y todas fueron hacia una mesa— Me olvidaba — Mel volvió y se besuqueó con Manu como posesos.


Ley 3# de los estúpidos enamorados

Babearás a tu pareja como si no hubiera un mañana.

—Espera Mel— grité.

¿Esos eran los ojos de mi mejor amigo mirándome como lobo feroz?

—Dime Luc

¿Eran uñas lo que salía de las manos de mi mejor amigo?

—Yo...—tartamudeé—me preguntaba si.. — tragué saliva— si hablaste con Sara de bueno, ya sabes.

¿Eso era mi mejor amigo calmándose? Oh, gracias al cielo.

Víctor y Jack se reían mientras Héctor me imitaba tartamudeando.

Los fulminé con la mirada.

—Quedamos por la tarde después de clase y te lo cuento.

¿Eso era mi mejor amigo mutando a Hulk? Más le vale que no lo fuera, si no , mi vida corría peligro.

—Esta tarde no pued... — mierda, ya se había ido.

—¿Sabes que si le tocas un pelo vas a morir verdad? —Víctor parecía divertido.

—Oh sí Mel, ¿quieres más? — Jack hizo el idiota mientras todos se reían menos Manu y yo.

Yo porque sabía que moriría aplastado como una cucaracha  y Manu porque sabía que me mataría aplastándome como una cucaracha.

La vida era dura.

Me lanzó una mirada y yo asentí. No necesitábamos nada más, código de mejores amigos.

Espera un momento... yo esta tarde no podía quedar. Tenía planes y éstos se llamaban Kristen. Oh, genial. ¿Y ahora cómo se suponía que salía de esta?

—Vamos tío come algo—Héctor me empujó—¡Hay cupcakes! —sonreí.

—No gracias, estoy lleno— eso era sinónimo de "no gracias, estoy demasiado ocupado para averiguar qué hago con mi vida".

No podía ir a entrenar y quedar con dos chicas a la vez una misma tarde. Mel no podía enterarse de que yo hablaba/estudiaba/me veía con Kristen. Definitivamente ella tenía que estar lejos de mi reputación. Y por otro lado, viendo el temperamento de Kristen seguro que no le gustaría para nada ver a la capitana de las animadoras cuando se supondría que ella y yo teníamos que estudiar juntos.

Se iba a cabrear. Esa empollona no hacía más que traerme problemas.  

   (***)

—Para terminar 5 vueltas al campo— el señor Thomas anunció.

Sí, la temporada había terminado para que no nos coincidiera con los exámenes. Pero el equipo seguía entrenando para prepararnos para las pruebas de admisión en Growsberg. Todo el mundo estaba entrenando muy duro.

Mi móvil sonó en el banquillo.

Me acerqué a mirar quién era el que me mandaba un mensaje.

—Señor Till, no se escaquee. ¿Piensa que estoy ciego?—el entrenador me riñó.

—No, señor.

Volví a correr, no sin antes haber echado un vistazo al mensaje. 

Era de Mel.

@Mel Te vengo a buscar al entrenamiento

Bueno, con un poco de suerte hablaríamos diez minutos y podría reunirme a las 19:00 delante de la puerta del instituto con Kristen.

—Vale, lo dejamos por hoy.

Nos chocamos las manos y nos felicitamos.

Entré en los vestuarios, me saqué el uniforme de fútbol y me metí en la ducha en bóxers.

Mi cosita no iba a saludar a la gente, y menos a Manu, sabiendo que esa misma tarde estaría a solas con su novia. 

Me sentía un subnormal mirándome el paquete mientras me duchaba, suerte que aún no había llegado nadie.

Cuando terminé de ducharme salí rápidamente para hablar con Mel antes de que Manu nos viera y pudiera pensar que había algo entre nosotros.

—Caramba Lucas que sexy estás—dijo Mel al verme asomar por la puerta de los vestuarios.

Ella es la muerte Lucas, recuérdalo.

No, no me había dado tiempo a secarme el pelo y supongo que me veía bien. Bueno, para que mentir. Yo siempre me veía bien.

Ella, bueno, con tan solo mirarla me tropecé. 

Ella era un monumento hecho por el grandísimo Dios. 

Pero yo no podía tocar ese monumento. ¡Maldito seas Dios! ¿No podías haberla hecho coja y bizca? No. Tenías que hacerla perfecta.

—¿Lucas? Estoy aquí—dijo indicando su hermosa y perfecta cara.

—Ah sí, perdón es que estoy cansado—ella ignoró mi comentario, se acercó a mí y me besó.

¿LO OYEN? ES UNA APISONADORA CAYENDO DEL CIELO PARA APLASTARME.

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Melany en multimedia

Frase célebre:

Only the dead have seen the end of a war (George Santayana)

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