37.

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Pasaron varios meses desde aquel encuentro apasionado que tuvimos con Severus en aquella habitación. Luego de eso no pudimos volver a concordar un tiempo especial para los dos ya que  teníamos menos tiempo para vernos a Solas, tanto que solo lográbamos coincidir en algunas clases, como en la de pociones que compartíamos clases con los de Slytherin. Severus andaba extraño los últimos meses. Su sonrisa era leve, y se veía cansado. Me hacía sentir triste pensar que quizás se arto de mi, No quería preguntarle, porque temía a su respuesta.

Su mirada estaba concentrada en la poción que realizábamos aquel día mientras yo tenia mi vista clavada en el algo afligida, muy poco concedíamos miradas pero el solo atinaba a darme una sonrisa forzada. No estaba bien, no estaba para nada bien y cualquiera pudiera darse cuenta de eso.

Al finalizar la clase tomó sus cosas y las guardo en su bolso con pereza. Me quede quieta en mi puesto esperando que me dijera algo, pero a los minutos noté que no lo haría.

—Creo que debemos de hablar Severus —le dije aun sentada en mi puesto con la mirada hacia afrente. 

—¿Puede ser mas tarde? Tengo unas cosas que hacer ahora

—Esta bien —lo tome de la mano pero el la aparto con dolor, no del dolor físico si no de un dolor del alma. Se fue con la mirada gacha sin decirme nada.

Suspiré dolida. Quizás fue un error pedirle que se alejara del innombrable, por que tal vez lo iba a preferir a el antes que a mi y eso me devastaría por completo si así era.

Camine hacía mi próxima clase con la mirada hacia el  piso, para que no se me vieran algunas lagrimas acumuladas en mis ojos apunto de caer por mi mejilla. Tome asiento al final de la sala, para comenzar con las clases de transformaciones, pero todo lo que se enseño aquel día se me hizo imposible oír algo ya que en mi mente permanecía el rostro afligido de Sev que me hacia ruido.

El tiempo no aparecía avanzar durante ese día, la ansiedad por querer ver a Severus aumentaba con cada minuto que pasaba. Al toque de la campana de termino de las clases me levante lo mas rápido y salí corriendo hacía la sala donde Severus debería de estar. Al llegar al umbral de la puerta de la sala de runas antiguas lo busque con la mirada por todas partes pero no lo vi.

—Severus se fue hace 10 minutos a la sala común —Me dijo Daniel quien me vio llegar desde su puesto y se  acerco a mi.

—¿Tu sabes lo que le sucede? —le pregunte enseguida

—No, como ya sabes no soy parte de su club de mortifagos pero lo eh notado raro, mas frio y serio que antes, y ha dejado de hablarme hace un tiempo, supongo que es por lo de juntarse solo con los sangres puras.

—ya veo! Se ha puesto distante tan de pronto y no solo conmigo

—Si quieres puedes ir conmigo a la sala común, le avisare que lo esperas

Asentí de inmediato, y caminamos hasta llegar a las mazmorras donde quedaba la sala común de los Slytherin. Daniel entro, mientras me quede afuera paseándome de un lado a otro esperando la llegada de Sev. A los minutos apareció el, acercándose a mi lentamente.

—¿Ahora podemos hablar? —Le pregunte tan pronto llego frente a mi 

—Si, ya estoy aquí —se encogió de hombros. Su indiferencia me dolió, pero trate de ignorar aquello.

—¿Qué es lo que sucede Severus?, te has puesto frio conmigo ¿hay un por qué? ¿acaso ya no quieres estar conmigo? —el bajo su mirada, sin saber que decir

—Sabes que te amo mas que a nadie en este mundo y lo ultimo que quisiera es no estar a tu lado. —dijo finalmente luego de esperar unos segundos su respuesta.

Tú, Mi Destino ( Severus Snape y tu )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora