Tú, Mi Destino ( Severus Snape y tu )

Explicaciones

Si supieras que aun dentro de mi alma
Conservó aquel cariño que tuve para ti
Quien sabe si supieras
que nunca te eh olvidado.
Volviendo a tu pasado
Te acordarás de mi.

Narrador omnisciente

Severus se encontraba en su despacho, sin poder creer de lo que se había enterado, hace un par de minutos atrás. Alain el alumno de primer año, un Slytherin, es hijo de T/n el gran amor de su vida. No sabía que le incomodaba, tal vez que T/n haya tenido otra persona a quien amo y fruto de eso nació un niño o que T/n le haya ocultado el hijo que tenia.
¿Pero por que me lo ocultaría? ¿Como es que su hijo llegó a ser seleccionado a Slytherin? Eran las preguntas que se repetía una y otra vez.
Y si ese niño... imposible, se dijo a sí mismo.

Desde el primer día, al verlo cuando entro al gran comedor, aquel niño le recordó tanto a cuando él tenía sus 11 años, quizás sería por el cabello largo y la piel blanca muy semejante a él.
Entre sus pensamientos, se acercó a su mesita donde tenía su coñac preferido que siempre bebía, destapó la botella y se sirvió un poco en un vaso. Bebida tras bebida su vista pesaba y sus pensamientos se empezaron a desordenar. Pensó por un momento ir a pedirle a T/n Blair una explicación, pero qué explicación debía darle ella si él fue el hombre que la dañó, ella estaba en todo su derecho de tener a alguien más en su vida después de él.

La tristeza poco a poco comenzó a llegar al corazón de Severus, quien se inundaba de ganas de volver a tenerla y abrazarla ya que la extraño por tantos años e incluso luego de la caída de Voldemort el la buscó sin éxito. Que haría ahora Severus, para a enmendar todo su error. Las lágrimas no demoraron en empezar a caer por sus mejillas, por más que intentó contenerse, no lo logró.
Apenas como pudo se levantó y aventó el vaso golpeando la pared y rompiéndose en mil pedazos.
Haría todo lo posible para volver a estar junto a la mujer que siempre amo. Pero hoy se sentía miserable.

Al día siguiente, el despertar de Severus fue infernal, sentía el cuerpo molido y la cabeza con sensación de que en cualquier momento le explotaría.

—Maldición!, no debí de beber tanto —se quejó, masajenadose la cíen.

Urgetio en su armario donde tenía sus pociones y sacó una que siempre le ayudaba en las mañanas, después de haber tenido una noche bebiendo.
Sonrió al recordar cuando debía de dárselas a T/n, las veces que ella se pasaba de copas, entonces fue cuando también recordó de lo que se había enterado ayer. Bebió de un sorbo la poción y se fue a la ducha mientras le hacía efecto y se recomponía para sacar todo el alcohol del cuerpo con su famosa poción.
Ya vestido con su usual túnica negra que lo hacía verse más temible aun, salió de su despacho camino al gran comedor. Visualizo desde la puerta a T/n Blair ya sentía en su habitual puesto para el desayuno, para su suerte de el, al lado de Blair no había aun nadie sentado, así que aprovechó el momento y rápidamente antes de que alguien más le ganase el puesto, se sentó sorpresivamente para ella a su lado.

—Severus! —ezboso ella una sonrisa nerviosa
—T/n, ¿puedo sentarme a tu lado?
—ya estás sentado a mi lado —enarco las cejas con ironía
Severus dio su sonrisa torcida.
—¿Puedo hablar contigo más tarde en privado?
Después de pensarlo por unos segundos T/n aceptó.

—Severus, no es necesario que me lleves a mi clase —le comento al profesor de pociones, quien insistió en acompañarla a su salón
—solo quiero echarle un vistazo a tu salón —dijo de lo más normal
Ella suspiró y movió la cabeza
—¿me preguntó que hubiese sido de nosotros si nunca nos hubiéramos separados?
—Quizás estaríamos muertos
—¿Que dices? —exclamó ella sorprendida por lo que dijo Snape
—eso es algo que debo de explicarte más tarde cuando hablemos
—si, necesito una buena explicación, para entender lo que acabas de decir
—yo también necesito saber algo de ti, algo que me tiene inquieto
—si es por lo de Alain mi hijo, dejame decirte que no, no es tuyo Severus —dijo apresuradamente para dejarle bien en claro de una vez
—está bien —dijo fríamente y al parecer dolido. Se dio media vuelta y se fue a grandes zancadas con su túnica flameando de lo rápido que se marchó.