Nuestro Infinito [Renga / Lanki] |Langa x Reki|

Día 2.1: Lluvia

Pareja: Langa x Reki (Renga / Lanki)

Advertencia: Capítulo con final triste, prepara tu pañuelo.

Sinopsis: Tras haber llamado la atención de Ainosuke Shindo, o mejor dicho Adam, Langa se va a Canadá para cumplir su sueño de ser el mejor patinador de skate, sin embargo, su sueño no es nada fácil de conseguir, por lo que debe dejar atrás a su madre y amigos por años. Reki decide apoyar a Langa, con la promesa de que lo esperará hasta el fin de sus días.

Postrado sobre la cama blanca, Reki repetía una y otra vez aquellos vídeos de su juventud donde se apreciaba a un Reki y a un Langa jóvenes. Su vídeo favorito era donde Langa le tomaba de la mano para subirse a la patineta, escuchando su chillido antes de caerse sobre él.

Sin duda, extrañaba aquellos momentos.

—Sé que es repentino, pero, por favor, apóyame, Reki. —Le había pedido el Hasegawa después de haberle dicho que se iría a Canadá junto a Adam para ser el mejor en skate.

Reki no quería aceptarlo, pero no tenía otra opción. No quería ser egoísta al arruinarle sus sueños al canadiense.

Forzando una sonrisa, Reki asintió.

—Te estaré esperando hasta el resto de mi vida, Langa.

Aquel día lluvioso fue el último día en que vio al Hasegawa, pues al día siguiente partió rumbo a Canadá. Ni siquiera Reki pudo despedirse de él en el aeropuerto.

Esperando que las cosas siguieran como estaban, Reki intentaba mantenerse con contacto con el chico, sin embargo, en algún punto Langa comenzó a contestar secamente, hasta que finalmente dejaron de hablarse.

A pesar de todo esto, Reki amaba a Langa. Y aunque nunca se hubiera confesado, seguiría esperando por aquel amor.

—Reki, ¿vamos? —Tadashi intentaba tener algo serio con el Kyan, pero el pelirrojo se la pasaba pensando en Langa que ni siquiera notaba los intentos de coqueteo por parte del pelinegro.

Su familia se había encariñado bastante con Tadashi, hasta el punto en que dejaron de lado el tema de Langa y comenzaron a hablar del pelinegro, quién parecía un mejor partido para el pelirrojo. Sin embargo, su relación nunca llego a pasar más que una bonita amistad.

—Reki, me gustas. —Tadashi se le había confesado a la edad de 30 años, 5 años después de que Langa se fue.

—Lo siento Tadashi, pero no puedo corresponder tus sentimientos. —Reki se disculpó con el mayor, esperando que siguieran siendo buenos amigos.

—Nunca olvidarás a Langa. —Más que preguntar, Tadashi afirmo. Reki no respondió y siguió caminando hacia su hogar, donde lo recibirían con la noticia de que Miya y su hermana estaban saliendo.