Nuestro Infinito [Renga / Lanki] |Langa x Reki|

Día 4.1: Cita

Pareja: Langa x Reki (Renga / Lanki)

Sinopsis: Langa era muy conocido por ser un chico calmado, distraído y para nada violento, pero todo esto se fue al carajo cuando llego Reki a su vida y entró a su corazón sin previo aviso. Reki había cautivado al canadiense de 16 años, le había enseñado skate, le había enseñado lo que era el tener por primera vez un amigo y le había hecho sentir lo que era el verdadero amor. Pero no todo es color de rosa en esta historia, puesto que, así como Reki se había convertido en el mejor amigo del canadiense, Langa se había convertido en el mejor amigo del japonés... solo eran mejores amigos, o eso era lo que Reki decía.

Miya observó al canadiense por cuarta vez y volvió a suspirar. No sabía qué hacer.

—Joe, ayuda. —dijo Miya con sus labios, dándole una señal a Joe para le ayudara a Langa con su problema amoroso. Por supuesto, Joe entendió y llego hasta la mesa donde se encontraban sentados los chicos.

—Cuéntame, Langa, ¿pasó algo con Reki? —Preguntó Joe, dando en el clavo. Todos sabían que cuando el canadiense se encontraba deprimido era casi siempre por Reki, pues conocían el amor unilateral que había en esta pareja de amigos.

Langa suspiró y dejó de lado la hamburguesa, la cual no había sido ni tocada por el canadiense, haciendo preocupar a Miya.

"Algo malo debió suceder con el slime". Pensó Miya, sabiendo que el canadiense amaba las hamburguesas y, por nada del mundo, las dejaría a un lado.

Langa suspiró nuevamente sin quitar la mirada de tristeza que tenía desde que entro al local de Joe.

—Reki tiene una cita. —Tanto Miya como Joe se sorprenden de escuchar aquello. ¿Reki tiene una cita? ¿Con quién? —Hoy. —Langa se cruzó de brazos y se acostó sobre la mesa, esperando que viniera alguien a darle el golpe final de su sufrimiento.

—Espera, estamos hablando de Reki. —dijo Miya, pensando mejor las cosas. —Ninguna chica le ha hecho caso, ¿estás seguro de eso?

—Es con un hombre. —Langa sintió su corazón apretarse al recordar la conversación que había tenido con el Kyan la noche anterior.

—Langa, ya son las 2 de la mañana. —Decía Reki susurrando, puesto que su familia ya se encontraba dormida y no quería despertarlos y ser regañado por su madre. —¿Tu mamá ya llego? Me dijiste que tenía que hacer horas extras.

—Llegará hasta las 6 de la mañana, no te preocupes.

—¿No te da miedo? —Preguntó el pelirrojo. —El estar solo en tu casa.

—No, porque con esta llamada es como si te tuviera a mi lado... susurrándome al oído.

Reki se sonrojo al escuchar aquello, y se sintió afortunado de que Langa no lo estaba viendo en aquel momento.