Los mellizos Potter Y La Piedra Filosofal

Parte 30. Nicolás Flamel

Lily no pudo dormir lo que quedaba de noche, todos sus pensamientos estaban en el reflejo de su madre, esa sonrisa que era un abrazo para su alma y lo mucho que quería meterse al espejo y poder tener uno real.

Estaba tan emocionada que antes de que saliera el sol despertó a Dianne que dormía en la cama de Hermione (tendría que ordenar la cama antes de que la niña regresara a Hogwarts, capaz le daba un infarto). La Slytherin se removió y amenazó con maldecirla si la razón de lavantarla no era de vida o muerte. Lily le contó todo y el rostro de la Slytherin era todo un poema a la curiosidad.

- Pudieron llevarme ¿sabes?

- Estabas dormida y tuve que casi rogarle a Potter para que me llevara -Susurra la pelirroja.

- No me convences pero te perdono porque estaba soñando re lindo hasta que me levantaste.

Ambas ríen bajo y luego un cómodo silencio se extendió por la habitación.

- ¿Y cómo es tu mamá? -Quiso saber Dianne.

- Es hermosa -Sonríe Lily, sus ojos parecían iluminarse al hablar de ella-.  Somos dos gotas de agua, mismos ojos, mismo cabello -La niña se levanta de la cama y va hacia la suya, buscando debajo de la almohada la foto que le había dado su padre por navidad, mostrandosela a Dianne-. Son mis padres cuando eran pequeños.

- Wow tu papá no se veía tan amargado y abandonado por la felicidad.

Lily frunce el ceño pero esto solo hizo que Dianne se riera.

- Pero tienes razón -Dianne miró la foto con cariño, la niña pelirroja en esa foto proyectaba alegría-. Es muy linda.

Lily agradeció que no dijera "Era". Quiso sacar el dije que le dio Dumbledore pero esa foto no la convencía del todo, su madre estaba con ese señor que ella no conocía e incluso le incomodaba un poco.

-Trataré de ir esta noche, quiero hablar más con ella. Sé que solo es un reflejo pero se siente bien, es algo que no puedo explicar.

- No necesitas hacerlo -la Slytherin revuelve el cabello de Lily, siendo esta la máxima muestra de afecto que puede mostar-. Ya hay que dormir Lily, venga.

Lily sonríe y se acomoda a su lado porque no se había dado cuenta de lo cansada que estaba hasta que Dianne lo mencionó.

- Espera Snape, hay 4 camas aquí, anda a otra ¡Hey! -era muy tarde, Lily había caído dormida apenas tocó la almohada.

Dianne se quedó mirandola unos segundos, contrariada porque nunca había dormido con nadie en la misma cama pero tampoco se quería ir, era un sentimiento extraño ya que por mucho tiempo se sintió sola y ahora tenía una mejor amiga. Se acostó a su lado y la miró dormir, agradeciendo en silencio su amistad. Pero tampoco la iba a abrazar y esperaba que Lily tampoco lo hiciera porque la iba a patear sin pensárselo.

*
Lily se despertó realmente tarde ese día y aún así sentía que debía volver a dormir pero Dianne no se lo permitió. La Slytherin caminaba frenética por la habitación, murmurando primero pero al ver que la pelirroja se había levantado comenzó a gritar.

- ¡Que bueno que despiertas! -se acercó a la cama y tomó a la recién levantada por los hombros- Tienes que ayudarme, tienes que darme algo para vengarme de los gemelos -Ordenó con una mirada cargada de furia, Lily nunca había visto a Dianne tan enojada.

- ¿Ahora qué hicieron? -Preguntó, bostezando y tallandose los ojos.

- Ellos... -la castaña tomó la almohada a su lado y la puso sobre su cara para después gritar muy fuerte, luego de eso se dejó caer sobre la cama y parecía reírse para no llorar- ¡Le dijeron a todo el mundo en el castillo que me gusta Draco y le mandaron una nota al platinado bueno para nada disque firmada por mí, donde le "confesaba" mi amor! -miró a Lily y luego, con total indignación, gritó-. Y LUEGO DRACO ME DIJO QUE YO NO ERA SU TIPO -Se volvió a cubrir el rostro-. Maldito hijo de Banshee, mimado, imbécil cara de duende. Osea que yo no era su tipo, que yo no era su... Pero la van a pagar muy caro, voy a destruirlos ¡Deja de reirte!