capitulo 20. La sabia locura de Albus Dumbledore

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Lily fue a sentarse a la gran mesa de gryffindor, pero no sin darle un vistazo a Draco y a su padre; Draco protestaba desde la mesa de slytherin "¡ella es slytherin! ¡El sombrero se equivoca!" la mayoría de los slytherin's se animaron a protestar "¡es hija del jefe de casa! ¡Es ilógico!" escuchó decir a otro chico; Por otro lado, su padre, que estaba sentado en la gran mesa de los profesores, tenía un rostro inexpresivo, parecía molesto, pero a la vez alegre, "como saberlo, nunca cambia de expresión" se dijo Lily.

Los gemelos la recibieron alborotándole el cabello color zanahoria, chicos y chicas que ella no conocía también le estrecharon la mano y hasta la abrazaron.

«¡También tenemos a Snape! ¡También tenemos a Snape!» oyó canturrear a los gemelos que se mofaban de los slytherin's, ya que ellos esperaban a que Lily fuera una serpiente y no una leona.

Cuando todo el alboroto terminó, Lily se desplomó en medio de Fred y George. Fred abrazó a Lily como sí no hubiera un mañana.

–– yo sabía que eras Gryffindor, nunca lo dude -le tendió la mano a George y éste le dio 2 galeones - por otro lado, George si lo dudó.

–– Cállate -Gruñó, pero luego miró a Lily con una sonrisa- creo que ya somos tres, Freddie.

–– creo que sí, Georgi -Fred aún no soltaba a Lily.

–– Fred, yo de ti suelto a la pequeña Snape...

–– ¿Por qué? 

–– Bueno... solo digamos que aquí rodarán cabezas -George señaló a la mesa de profesores con la cabeza.

Lila se levantó un poco para ver, quitándose a Fred de encima. El hecho era que su padre estaba rojo hasta la nariz, su color pálido había desaparecido por completo para ser remplazado por un color carmesí que no representaba nada más que ira.

–– se ve igual que cuando te abrazamos fuera de Gringgots... -George sonrió.

–– celos everywhere querido George -dijo Lily.

Por suerte para el trío de pelirrojos, la atención de Snape fue desviada al profesor Quirrel que en ese momento trataba de entablar una conversación con él.

Ya sólo quedaban dos chicos para la elección, puesto que se habían perdido la elección de una chica que fue a Ravenclaw.

–– Weasley, Ron -llamó McGonagall.

Ron tenía un color verdoso que no le favorecía en nada.

–– nuestro pequeño Ronnie está creciendo -suspiró George

–– parece que fue ayer cuando transformamos su oso de felpa en un araña... -ambos se secaron una lágrima falsa.

–– ¡Gryffindor! -gritó el sombrero y los gemelos saltaron a aplaudir.

–– ¡bravo Ronnie!

–– ¡y yo que creí que no lo lograrías, pues aún mojas la cama! -los pocos que alcanzaron a oír comenzaron a reír, y Ron, que también escuchó, se puso más rojo de lo que estaba Snape.

–– ¡callaos los dos! -los reprendió el prefecto Percy- aún no termina la ceremonia. Y Ron, Bien hecho, excelente -se acomodó las gafas de carey y se volvió a sentar.

Ron se sentó al lado de Harry que estaba al lado de Percy.

Los gemelos rieron y Lily no entendía por qué, hasta que se dio cuenta que las gafas de Percy robaban por su nariz a cada rato y en ese momento se dio cuenta de la varita que George sostenía en la mano derecha. Lily no pudo aguantar la risa por mucho tiempo.

Los mellizos Potter Y La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora