Capítulo 24.1 Recordando

3.6K 208 78
                                    

Hola! Este capitulo viene acompañado de otro porque se me hacía muy largo. El motivo de mi tardanza fue porque este cap es especial, porque es un agradecimiento por vuestro apoyo :3 el especial 100k! Me tardé mucho en escribirlo porque no me convencían ninguna de las partes que hacía (tengo 5 partes fallidas en mis borradores), me esmeré mucho. Bueno espero que lo disfruten. Más tarde subo la otra parte :3

Severus Snape se encontraba en su despacho, calificando unas tareas con su pluma y tintero negro. No había salido de su "cueva" desde que había acabado su última clase. No tenía cabeza para nada en esos momentos, lo único que lograba calmar un poco la preocupación que albergaba en su pecho era poner malas calificaciones. Que satisfactorio.

El mago suspiró con pesadez, aún reposaba sobre la mesa de noche aquel ejemplar de El Profeta, con aquella noticia que le dejaba un sabor amargo en la boca.

Se levantó bruscamente de la silla, empujando aquel escritorio un poco, algunas hojas sobre el mueble cayeron al suelo perdiéndose debajo de los estantes. Ya los buscaría después o si le daba lata buscarlos, diría que nunca le entregaron nada y nadie le renegaría porque él era Severus Snape.

Caminó hacia el mini bar que se ocultaba muy bien en uno de los muebles y sirvió una copa de su mejor whiskey de fuego. Bebió todo el contenido de una sola alzada.

Sintió aquel líquido quemar su garganta, pero aquella quemazón él la sentía cálida y reconfortante. Se quedó varios segundos observando la copa tallada con serpientes en el cristal reluciente, vió como aquel ofidio se enroscaba en el cuello de la copa y terminaba atornillado en los bordes.

El hombre estaba por servirse un poco más, cuando escuchó su puerta siendo golpeada con suavidad, sabía quien era antes de abrir y sonrió con amargura, ya sabía que charla vendría.

Al abrir no fue sorpresa encontrar a la respetable Minerva McGonagall esperando a ser atendida, pero había algo raro en ella. Severus escaneó a la bruja con rapidez, descubriendo porqué se le hacía rara la visita de la profesora McGonagall si ya sabía que era ella. En el rostro de la mujer, donde siempre se apreciaba sus facciones en una mueca de seriedad, ahora había una gran sonrisa.

-- Severus --saludó la profesora con un movimiento de cabeza.

-- Minerva --Severus hizo el mismo movimiento antes de hacerse a un lado para dejar pasar a la profesora de transformación.

Una vez adentro Severus ofreció algo de beber a su invitada, quien rechazó cortésmente el trago. Pero claro, el hecho de que McGonagall no aceptara tomar de aquel elixir relajante y abrazador, no significaba que Severus se negara a tan deliciosa bebida.

Bebió un corto sorbo antes de hablar.

-- Al grano Minerva --pidió el mago al ver como la bruja escaneaba la habitación minuciosamente.

-- Veo que ha pasado toda la tarde en este lugar --comentó McGonagall-- Bueno, no vengo a recalcar lo ermitaño que eres, he venido a contarte las buenas nuevas.

El mago alzó una ceja ¿Acaso no venía a decirle que debía contar la verdad a su pequeña como ya lo había hecho muchas veces? Recalcando que él no era su padre y que Lily merecía saber la verdad, dejando a Severus con un humor de los mil cancerberos y algo en que pensar.

-- ¿Buenas Nuevas? --preguntó el hombre algo confundido, pero sin dejar que se notara tanto.

-- Sí, creo que no te has enterado aún por estar encerrado en tu caparazón --comentó Minerva, mirando a sus alrededores-- Hoy fue la primera clase de vuelo con los de primer año --Severus alzó una ceja, con su mejor cara de "¿y a mí que me interesa?"-- Hoy Lily demostró su gran habilidad sobre la escoba --continuó la bruja-- y fue aceptada como cazadora del equipo de Quidditch --la sonrisa en el rostro de Minerva no cabía.

Los mellizos Potter Y La Piedra FilosofalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora