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Meses atrás...

En una pequeña panadería de un pueblo pequeño, en una pequeña noche.

- Hola hijas - dijo un señor de cabello negro azabache, al no escuchar respuesta, vuelve a llamar - ¿Chicas?.

El hombre se dirigió a la parte del mostrador, encontrándose con una pequeña nota, la tomó para luego leer.

Papá:
Anna y yo emprenderemos un viaje para descubrir la verdad sobre los vampiros que supuestamente rondan en la vieja casona del bosque.
Ciertamente me moleste por lo de Oliver pero no te preocupes.
Cuida de ti y la tienda.
Atte. Emma.
P.D: si no volvemos después de 3 días, búscanos.

-

¡¿vampiros?! - El hombre salió corriendo a los establos del pueblo tomando un caballo y se adentró a lo más profundo del bosque.

Pasaron horas y no encontraba la vieja casa, y nada sobre sus hijas.

Regreso al pueblo, alarmando a todos sobre la desaparición de las jóvenes.

- ¿Que sucede señor Grace? - preguntaban somnolientos los pueblerinos.

- ¡Mis hijas! - les dió la carta que dejaron.

- ¡¿De Verdad fueron a buscar vampiros?! ¡JA! ¡Que chica tan más idiota!

- ¿De que hablas Oliver?

- En la mañana estábamos hablando de eso, nunca pensé que la ingenua de Emma fuera a buscarlos de verdad

- ¡Tu! - Yugo tomó del cuello de la camisa de chico - fuiste el responsable ¡Te ordené que no te les acercaras!

- No es mi culpa que ellas sean demaciado ingenuas, igual que su madre

- ¡No metas a Diana a esta conversación!

- ¡Murió por ingenua!

- ¡Oliver!

- Lucas... - retrocedió el joven y un hombre cojo se les acercó

- Perdonarnos de verdad Yugo, te ayudaré con la búsqueda de tus hijas.

- ¡ Por favor! ¡Te lo ruego!

- Empezaremos desde ahora

- ¡SI! - gritaron al unísono los aldeanos

- Gracias de verdad...

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