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- ¿cómo está ella? - preguntaba un chico de mechones azabaches.

- Dice Emma que aún tiene que reposar, apenas han pasado 3 días y esto es una noticia fuerte - comentó el albino.

- No lo puedo creer, aún es algo increíble - Norman se sentó a un lado del chico.

-¿Cómo estás con esto?, no te e visto llorar o triste.

- Los hombres no lloran

- Emma te dijo que eso es un mito.

- Bueno... Yo no lloro, somos seres inmortales, algún día, ellas serán solo un recuerdo para nosotros...

-No digas eso.

- Lo que quiero decir es que... No hay porque estar triste.

El chico dió un gran suspiro.

Emma estaba como apoyo emocional de su hermana, estaba recostada a un lado de ella tocando ligeramente.

- Emma... ¿Sabes que un día nosotras... Vamos a morir?

- Pienso en eso todos los días Anna...

- Y dejaremos a ellos solos...

- Anna... Tranquila... Falta mucho para eso.

- Pero para ellos no...

La chica de mechones rojizos miró con tristeza a su hermana.

- No creo que sea algo de lo que tengamos que preocuparnos - respondió Emma

- Bueno... Talvez tengas razón... ¿Vamos a hacer la cena?

- ¿Crees poder levantarte?

- Es mejor levantarme a permanecer en cama ¿No crees?

- Si - le dedicó una linda sonrisa - Vamos... Te ayudo.

La futura madre ayudaba a su hermana a levantarse de su cama, bajaron las escaleras y llegaron a la cocina.

- ¿Que quieres hacer?

- Lo que tú quieras Emma.

- Bueno...

La chica puso manos a la obra, cortó verduras que los chicos les trajeron.

- Emma...

- ¿Si?

- ¿Sabes cuando es la siguiente salida de Norman y Ray?

- Creo que mañana ¿Porque?.

- Le quiero pedir algo a Ray...

- ¿Puedo saber que es?.

- Es un secreto...

- Okey.

Unas horas después las chicas pusieron su comida en la mesa, unos segundos después llegaron los jóvenes a hacerles solo compañía, ya que ellos no consumían alimentos.

- ¿Cómo estás Anna? - Preguntó con alta naturalidad el albino.

- Muy bien Norman, gracias por preguntar - tomó algo de comida y se lo llevó a la boca, tragó y citó - Emma

- ¿Si? - mencionó con la boca llena.

- ¿Sabes cuando nacerá?

- Pues con exactitud no, pero creemos que en 4 o 5 meses.

- Okey... ¿Tienen nombres pensando?

- La verdad no... No hemos pensado en nada de eso

- Bueno... Si es un varón me gustaría llamarlo Alan... ¿Te gusta?

- Norman... Es un nombre hermoso... ¿Tiene algún significado?

- No... La verdad es que no... Solo me gusta como suena.

- Deacuerdo... Tampoco hemos pensado en un cuarto para el bebé.

- Podríamos utilizar el cuarto que sería para Isabella, claro... Si están deacuerdo.

Ray miró a Anna, la cuál con algo de tristeza en sus ojos, asintió.

- Claro, no hay problema.

- ¡Muchísimas gracias!

Emma empezó a alzar un poco la voz, comenzó a hablar sobre diferentes cosas sobre los bebés y nombres y como acomodar la habitación, cosas las cuales a había tenido tiempo de hablar por lo de Anna.

Anna se miraba algo deprimida viendo a Emma hablar sobre cosas a qué a ella le hubiera gustado compartir con ella...

El azabache no podía con todo ese escándalo... Hasta que explotó.

- ¡Cállate Emma! ¡Tu ni siquiera querías a la cría! ¡Y ahora hablas como la mejor madre del mundo! - las lágrimas no tardaron de aparecer.

- Ra... Ray- Dijo Emma, no sabía cómo reaccionar, todo el color se salió de su cuerpo.

- ¡Ray! ¡No le hables así!

- ¡Y tú Norman! ¡Controla a tu Novia!

El chico se esfumó sin más de la escena.

Los 3 presentes solo se comenzaron a ver entré si, no tenían ni idea de cómo reaccionar.

𝚃𝚄 𝙳𝚄𝙻𝙲𝙴 𝚂𝙰𝙱𝙾𝚁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora