•22•

556 45 9
                                    

- Perdón... No fue su intención... - Mencionó Anna con algo de tristeza y vergüenza - y se que están muy emocionados.

- Tranquila Anna, no tienes porque disculparte, no eres su niñera - dijo Norman- Iré con el - Antes de poder levantarse, la joven de ojos esmeraldas lo tomó de las prendas.

- Norman, yo iré... - El nombrado la miró con preocupación, el estaba seguro de que su hermano sería incapaz de ponerle un dedo ensima a su novia pero... Cuando está molesto es algo distinto.

- ¿Segura? Hablamos de Ray - el no se sentía seguro de negarle el paso pero trato de detenerla.

- Estoy segura.

Efectivamente no logró detenerla

Norman se quedó con Anna, creo que es la primera vez que ellos dos están completamente solos.

- Alan... - dijo ella.

- ¿Uh?

- Alan, es un lindo Nombre - le dedicó una sonrisa cansada, ojeras notorias y un ligero color pálido.

- Oh... Eso, muchas gracias - sonrió bajando la mirada.

- Norman... Aún no se mucho de Ray y de ustedes exactamente, ¿De dónde son? ¿O de donde vienen?.

- Anna, hay algunas cosas que son mejor dejar a su tiempo.

- ¿Cuánto falta para eso?

- No sabría decirte.

La rubia se deprimió aún más al no conseguir una respuesta.

- Pero te puedo contar una historia.

- ¿Cuál?

- Es sobre Ray.

La chica lo miró con atención y comenzó a escucharlo.

- Bueno... Hace mucho tiempo, Ray y yo vivíamos con nuestra madre Isabella - Anna dió un gesto de asombro al saber la razón por la que el pedía que ese fuera el nombre de su hija - yo fuí dejado en casa de ella cuando solo teníamos 3 años, que más o menos equivaldría a un  unos 6 meses a años humanos.

- Entonces tu y Ray no son hermanos biologicos.

- Exactamente.

- Emma y yo tampoco somos hermanas de sangre, pero esa es otra historia. Sigue.

- okey, cuando crecimos, fuimos unos niños muy felices, nuestro padre Leslie era muy bueno, no teníamos vecinos ni amigos por lo que éramos el y yo.

- Que lindo suena.

- Pero una noche, no sé cómo, toda esa felicidad fue arrebatada, unos hombres entraron, Isabella y Leslie salieron, nos dejaron en un viejo armario y después ya no había rastro de nadie, solo sangre y... A nuestros padres serca de la ventana, Ray y yo nos sentamos a un lado de ellos, la luz del día se encargó de deshacerse de los cuerpos...

- Eso... Es terrible.

- Desde ese día... Ray no a llorado ni una sola vez.

- Que horror... Pobre Ray.

Emma fue con el chico peli negro, se sentía mal por lo que pasó resiente mente.

Subió todos los escalones del piso, quedó muy exhausta pero siguió, buscó por toda esa vieja casa hasta que llegó a una gran ventana, que reflejaba un punto muy específico.

Ahí se encontraba Ray sentado, abrazando sus piernas, ella se quería acercar pero le daba miedo.

𝚃𝚄 𝙳𝚄𝙻𝙲𝙴 𝚂𝙰𝙱𝙾𝚁 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora